En medio de una de las peores crisis de agua potable en la historia de la capital ecuatoriana, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ha respondido a las críticas del Gobierno. La interrupción del suministro, que afecta a unas 400.000 personas en seis zonas de la ciudad, se debe a la rotura de una tubería clave el pasado miércoles. Muñoz declaró que no tiene tiempo para distracciones políticas.
“Ojalá me llamaran para preguntar cuántos tanqueros necesitamos, pero allá ellos con las críticas. Yo estoy trabajando por los quiteños, no tengo tiempo de escucharlos”, afirmó Muñoz a medios locales tras un evento sobre seguridad ciudadana.
El origen de la emergencia
La emergencia se desató el miércoles debido a un fuerte deslizamiento de tierra provocado por las intensas lluvias. Este evento causó la rotura de una tubería en el sector de La Mica, una arteria vital que alimenta la Planta de Tratamiento de Agua Potable El Troje, ubicada al sur de Quito. La falla ha dejado a aproximadamente el 13% de la población de la ciudad sin acceso a agua potable.
Ante la magnitud del problema, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Quito declaró el estado de emergencia en las seis zonas afectadas al día siguiente. Esta medida busca agilizar la implementación del plan de abastecimiento y coordinar los esfuerzos de respuesta.
Tensión
La crisis hídrica ha exacerbado la tensión existente entre el Gobierno de Daniel Noboa y la administración municipal de Pabel Muñoz. El viernes, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica emitió un comunicado reprochando al Municipio la falta de agua y urgiéndolos a cumplir con los “planes de acción y contingencia” exigidos por la normativa.
“Hemos exigido con firmeza a las autoridades municipales actuar con responsabilidad, transparencia y eficacia. La inacción y falta de respuestas concretas incumplen con el deber de garantizar un servicio básico esencial para los quiteños y las quiteñas”, señaló el Ministerio.
Este cruce de declaraciones se da en un contexto de fricción política, ya que Pabel Muñoz fue elegido por Revolución Ciudadana, el partido liderado por el expresidente Rafael Correa, que actualmente representa la principal fuerza de oposición al oficialismo a nivel nacional.
Trabajos para restablecer el servicio
El alcalde Muñoz calificó esta situación como “la emergencia de agua potable más grande que ha tenido Quito en toda su historia”, no solo por la cantidad de afectados, sino por la complejidad y el tiempo estimado para la reparación. Se calcula que los trabajos podrían extenderse por “algunos días más”.
Según la explicación del alcalde, la rotura de la tubería fue consecuencia del deslizamiento de 600.000 metros cúbicos de tierra. Para reemplazar los 350 metros de tubería de acero dañados y restablecer el servicio, los equipos municipales deben remover aproximadamente 180.000 metros cúbicos de tierra.
“En este momento ya hemos logrado separar 90.000 metros cúbicos. Están triplicándose los esfuerzos y seguramente sumemos a la empresa privada para poder solventar el tema”, indicó Muñoz.
Sin embargo, los trabajos se complican por las extremas condiciones climáticas. La zona del páramo del volcán Antisana, donde se realizan los movimientos de tierra, registra temperaturas de hasta cuatro grados bajo cero durante la noche, sumado a las constantes precipitaciones.
A pesar de los desafíos, el alcalde aseguró comprender la molestia de los ciudadanos. Informó que este sábado 45 camiones cisterna están distribuyendo agua en los barrios afectados, y se espera que esa cifra aumente el domingo para mitigar la escasez.