Vanesa Ávila, viuda de Eduardo González, conocido como ‘Trébol’ contó su testimonio sobre el caso de su esposo quien ya había cumplido su condena en junio del 2021 y fue asesinado en la matanza de la Penitenciaría del 28 de septiembre.
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[ Versiones sobre el secuestro de la hija de alias FitoOpens in new window ]
‘Trébol’ era cantante urbano. Su esposa contó que siguió haciendo música en la cárcel y que ganó dos concursos. Su familia pide justicia, dice que no han recibido respuestas, ni ayuda por parte de las autoridades.
“Yo iba a poner los escritos cada tres días, lo que me decían era: venga después. El juez no despachaba. El último escrito fue el 27 de septiembre y le dije que, por favor, me ayudará porque mi esposo ya había cumplido su condena”, contó en una entrevista con Aine Online
— Vanesa Ávila
De acuerdo al testimonio de la mujer, recibió una llamada de ‘Trébol’ en la mañana del día de la masacre del 28 de septiembre, aproximadamente a las 6:00. Le dijo que la extrañaba y que cuidará a su hijo. Mientras ella le decía que ya pronto saldría porque estaba haciendo lo posible para agilizar su libertad.
La viuda de González también reveló que le depositaba entre 80 y 100 dólares a la semana para que pueda estar bien, pero desconoce de quién era esa cuenta.
“Trébol” estuvo en la cárcel en el 2017, luego de que la Policía encontrara droga en una casa a la que fue a grabar, lo sentenciaron y él se echó la culpa. Le dieron dos años de cárcel, cuenta Ávila.
Salió con medidas sustitutivas y empezó a trabajar. En el 2020, según su esposa, estaba sentado donde vive la abuelita y los policías lo llevaron porque habían encontrado marihuana.
“Los policías me pidieron 200 dólares, yo no les di el dinero y pasaron el parte. Luego le dieron la audiencia, se echó la culpa y fue sentenciado a 8 meses que se cumplieron el 17 de junio”.
En lo que va del 2021 se han registrado varios episodios de violencia y matanzas en las cárceles de Ecuador que suman más de 300 reos muertos en 11 meses.
En la Penitenciaria hay 8.000 reclusos distribuidos en doce pabellones de entre 700 y 800 personas cada uno.
El 28 septiembre, 118 reclusos murieron y 80 resultan heridos en el motín en la Penitenciaría del Litoral durante el enfrentamiento entre bandas por hacerse con el control de la prisión. Cuando la policía consiguió entrar encontró dos tercios de los cadáveres, algunos decapitados, en dos de sus pabellones. Tuvo que intervenir la policía y el Ejército para tomar el control.