Ecuador quedó fuera de las giras mundiales de Shakira, Bad Bunny, System of a Down, entre otros este 2025. Una noticia que desató la indignación de los fans y encendió el debate sobre las razones que marginan al país de los grandes circuitos musicales.
Más allá de la decepción, la respuesta está en la infraestructura y la logística.
Limitaciones en la infraestructura para megaconciertos en Ecuador
El principal obstáculo que enfrentan los organizadores de conciertos de gran escala en Ecuador es la falta de recintos adecuados.
Los principales estadios y coliseos del país no cuentan con la capacidad necesaria para albergar espectáculos de gran magnitud:
- Estadio Olímpico Atahualpa (Quito): Aproximadamente 35,742 espectadores.
- Coliseo General Rumiñahui (Quito): Capacidad para 16,000 personas.
- Coliseo Julio César Hidalgo (Quito): Aforo de 5,340 personas.
- Ágora de la Casa de la Cultura (Quito): Espacio para 4,500 asistentes.
- Teatro Sánchez Aguilar (Guayaquil): Capacidad de 1,100 personas.
En comparación, países vecinos como Colombia y Perú cuentan con estadios que duplican o triplican estas capacidades, lo que permite una mayor rentabilidad en la organización de conciertos masivos. Allí la razón de quedarnos fuera de la gira mundial de Shakira.
Sin espacios modernos y multifuncionales, Ecuador queda rezagado frente a la oferta regional.
Deficiencias técnicas y logísticas: el otro gran desafío
Más allá del aforo, Ecuador enfrenta deficiencias técnicas y logísticas para conciertos. Problemas en la acústica, suministro eléctrico inestable, limitaciones en áreas de backstage, camerinos, accesos vehiculares y rutas de evacuación, son factores críticos que incrementan los costos y complican la logística de producción.
Estos desafíos hacen que los grandes promotores internacionales prioricen otras plazas donde la infraestructura garantiza una ejecución más eficiente y rentable.
Arena Quito: ¿la esperanza para los megaconciertos en Ecuador?
Frente a este panorama, surge Arena Quito, un proyecto que promete ser la solución a esta brecha histórica.
Este recinto multiusos proyecta una capacidad para 30.000 personas, integrando tecnología de última generación para eventos musicales, deportivos y culturales. Aunque su ubicación no está determinada por el momento.
Entre sus principales características destacan:
- Más de 4.000 parqueaderos.
- Diseño modular adaptable para diferentes tipos de espectáculos.
- Sistemas de sonido e iluminación con estándares internacionales.
- Áreas VIP, camerinos de primer nivel y espacios logísticos optimizados.
Con una inversión estimada entre 30 y 90 millones de dólares, su apertura está prevista para 2027.
Arena Quito busca no solo cubrir la demanda insatisfecha, sino también posicionar a Ecuador en el circuito de las grandes giras globales.
La infraestructura como puerta de entrada
La ausencia de Ecuador en las giras de Shakira y Bad Bunny no es un tema de preferencia, sino de infraestructura.
Sin recintos adecuados, no hay megaconciertos.
Arena Quito representa una oportunidad real para revertir esta situación y abrir las puertas a nuevos espectáculos de talla mundial.
El reto está en concretar este proyecto y en generar políticas de incentivo que permitan a la industria del entretenimiento florecer en el país.
Porque la música en vivo no solo es cultura: es turismo, economía y proyección internacional.