La jueza Daniella Camacho lo dictaminó en una sesión de la audiencia celebrada en la Corte Nacional de Justicia con sede en Quito, en la que convocó a juicio a otros tres presuntos involucrados.
Además, se quejó de que «durante las últimas semanas hemos sido testigos de una desaprensiva presión de carácter político sobre la señora jueza», una actitud, a su juicio, «evidente y pública», no solo por parte del «poder político sino también de los medios y de actores sociales».
Tras leer los elementos de convicción en la causa, al menos una veintena para Correa y 25 para Pablo Romero, extitular de la Inteligencia ecuatoriana, la magistrada ordenó un receso de media hora antes de reanudar la sesión y anunciar su fallo.
En la fase preparatoria de juicio en septiembre, la Fiscalía General había presentado una acusación contra el exmandatario, el exsecretario nacional de Inteligencia Romero y los exagentes de los servicios secretos Diana Falcón y Raúl Chicaiza.
Los dos últimos se acogieron a la figura de procedimiento abreviado y reconocieron ser autores materiales de los hechos y colaborar con la justicia a cambio de una reducción de la pena.
Ambos exagentes aseguraron que las órdenes les llegaban directamente del expresidente a través de Romero y sus testimonios figuran entre los 23 elementos principales de convicción presentados por la Fiscalía contra Correa, que rechaza las acusaciones.
Correa y Romero se encuentran en el extranjero, el primero en Bélgica -donde reside desde julio de 2017- y el segundo en España. El juicio contra ellos no podrá iniciarse hasta que retornen al país o sean capturados y extraditados.