La justicia ecuatoriana sentenció a Wilson Y. A. a tres años de prisión tras encontrarlo culpable del delito de contacto con finalidad sexual con menores de 18 años mediante medios electrónicos, informó este jueves la Fiscalía General del Estado.
Además de la condena privativa de libertad, el tribunal impuso una multa equivalente a diez salarios básicos unificados (USD 4.700) y ordenó una reparación integral de USD 2.000 a favor de la víctima, una adolescente de trece años.
Cómo ocurrió el delito
De acuerdo con el Ministerio Público, los hechos se remontan a septiembre de 2024, cuando el ahora sentenciado, entonces de 34 años, utilizó un perfil falso en Facebook para contactar a la menor. A través de mensajes enviados por Messenger, Wilson Jesús Y. A. se ganó la confianza de la adolescente, y posteriormente, la manipuló y amenazó para que enviara fotografías y videos de contenido sexual.
Según el relato fiscal, el agresor chantajeó a la víctima, exigiéndole relaciones sexuales bajo la amenaza de publicar el material íntimo en redes sociales y sitios pornográficos.
Intento de encuentro y detención
El 18 de octubre de 2024, Wilson Jesús Y. A. intentó concretar un encuentro con la menor en los alrededores del Terminal Terrestre de Riobamba, en la provincia de Chimborazo. Sin embargo, los padres de la adolescente descubrieron las intenciones del hombre y acudieron al sitio con apoyo de la Policía Nacional.
Al llegar al lugar, el implicado le pidió a la joven que abordara su vehículo. Tras recorrer algunas cuadras, al notar la presencia policial, intentó escapar. No obstante, fue perseguido y capturado por los agentes en calles cercanas.
Pruebas presentadas en juicio
Durante la audiencia de juzgamiento, la Fiscalía presentó una serie de pruebas periciales y testimoniales: informes de informática forense, pericias de audio y video, contenido de las conversaciones en redes sociales, así como el testimonio anticipado de la víctima, su madre y los agentes aprehensores.
También se incluyeron valoraciones psicológicas y análisis del entorno social, además del reconocimiento del sitio donde ocurrió el intento de encuentro.