Los restos de un poco más de 796 bebés y niños pequeños fueron hallados bajo tierra en el antiguo hogar infantil St. Mary’s, en Tuam, Condado de Galway, Irlanda.
Murieron en condiciones aún por esclarecer
El lugar fue gestionado por una congregación religiosa entre 1925 y 1961, y acogía a mujeres embarazadas solteras, consideradas por la época como “mujeres caídas”, a quienes se les separaba de sus hijos tras el parto.
Estos niños, producto de una sociedad que condenaba los embarazos fuera del matrimonio, murieron en condiciones aún por esclarecer. Muchos de ellos podrían haber sido víctimas de negligencia, desnutrición o enfermedades sin tratamiento.
Excavación durará dos años
La excavación del sitio, que comenzó este 2025, se extenderá por al menos dos años, debido a la dificultad de extraer e identificar los restos.
“Es un proceso extremadamente delicado”, explicó Daniel MacSweeney, responsable de la operación, quien ha participado en misiones similares en Afganistán.
Los cuerpos fueron encontrados en una fosa que habría funcionado como fosa séptica, donde los huesos están mezclados.
“Un fémur de un bebé mide apenas lo que un dedo”, dijo MacSweeney, resaltando el reto técnico y humano del trabajo.
Las Hermanas del Buen Socorro ofrecieron 2,5 millones de euros para ayudar a financiar la misión, si bien el Gobierno irlandés subrayó que ello no las eximirá de potenciales indemnizaciones futuras a las víctimas.
Un hallazgo que estremeció a Irlanda
El descubrimiento se hizo gracias a la labor de Catherine Corless, historiadora local, quien al revisar registros de defunciones notó un patrón alarmante: cientos de muertes infantiles sin constancia de sepultura digna.
El hogar St. Mary’s fue uno de muchos centros operados por instituciones religiosas que, durante décadas, albergaban a mujeres embarazadas solteras y luego separaban a los hijos al nacer. Muchas de esas madres nunca supieron qué fue de sus bebés.