Robyn Parry, de 36 años, y su prometida Bryony se preparaban para celebrar su boda el próximo 21 de agosto. En marzo, la pareja había enviado las invitaciones para compartir con sus seres queridos ese esperado momento. Pero la tragedia interrumpió los planes: días después, Robyn cayó gravemente enfermo y falleció el 17 de marzo, según The Sun.
Robyn padecía anemia Diamond-Blackfan (DBA), una enfermedad genética rara que impide que la médula ósea produzca suficientes glóbulos rojos. Esta condición afecta a solo unas 125 personas en todo el Reino Unido y puede derivar en anemia severa y complicaciones mortales. No tiene cura, y su tratamiento incluye transfusiones de sangre, esteroides y, en algunos casos, trasplantes de células madre.
A pesar de la adversidad, Robyn había dedicado su vida a ayudar a otros. Se formó como enfermero en 2018 y trabajó durante siete años en los hospitales Ysbyty Gwynedd e Ysbyty Glan Clwyd, especializado en hematología y oncología.
La noticia de su muerte conmocionó a familiares y amigos. Glyn Owen, uno de los padrinos de boda, contó que muchos recibieron la invitación al mismo tiempo que la noticia del fallecimiento. “Pensé que me llamaba para hablar de la despedida de soltero… enterarme de su muerte fue devastador”, confesó.
En lugar de la boda, Glyn y el otro padrino, Ben Brame, están organizando una caminata de nueve días por los 130 kilómetros del Sendero Costero de Anglesey en memoria de Robyn, un amante de la aventura. El evento se realizará durante la semana en que debería haberse celebrado la boda y busca reunir a amigos y familiares para rendirle homenaje. Además, se recaudarán fondos para la organización DBAS UK, que apoya a personas con esta enfermedad rara.
Durante la travesía, los participantes podrán unirse caminando, nadando, haciendo barbacoas o simplemente compartiendo una cerveza. Algunos planean disfrazarse de superhéroes, un guiño a la pasión de Robyn por los cómics que lo acompañaron durante sus largas estancias hospitalarias.
La historia de Robyn Parry deja un legado de valentía, entrega y amor. Su partida inesperada, justo antes de dar el “sí, acepto”, es un recordatorio del poder de la comunidad y la memoria frente al dolor.
