Varias denuncias ciudadanas se han destapado en Quito desde que un call center, presuntamente dedicado a la extorsión, fue allanado y 40 personas resultaron procesadas. Sin embargo, este no sería el único establecimiento involucrado en este delito, operando desde una aparente fachada corporativa en la capital.
Tras una nueva denuncia ciudadana que llegó a Metro Ecuador, este diario pudo conocer cómo operan estas supuestas “empresas” que envían mensajes extorsivos a personas que solicitan préstamos de tan solo USD 50 en Ecuador, Colombia y México.
El modus operandi comienza cuando la víctima recibe USD 20 del monto solicitado, tras lo cual inician las amenazas. Primero, se envían mensajes intimidatorios como el siguiente:
“Por tu irresponsabilidad, toda tu información personal y la de tu familia y amigos será expuesta en redes sociales y sitios de venta de datos. Añadiremos un boletinaje por estafa financiera para que tu rostro se viralice en todas las plataformas, ¡incluyendo la de tus familiares! Tienes 5 minutos para pagar o comenzamos a vender tu información y la de tus seres queridos para recuperar el dinero que debes. Envía el comprobante de inmediato”.
Otro mensaje agrega:
“Lo que le pase a tu familia o amigos, o incluso a ti, ya no está en nuestras manos. No nos responsabilizamos por las consecuencias”.
Además, estas organizaciones elaboran afiches falsos en los que acusan públicamente a sus víctimas. En el caso de las mujeres, colocan su rostro acompañado de anuncios en los que se les vincula falsamente con servicios sexuales. En el caso de los hombres, los señalan como supuestos agresores o violadores.
Según las denuncias, por cada caso de extorsión perpetrado por estos “asesores”, las entidades ilegales obtienen hasta USD 15.000.
A los jóvenes que trabajan para estas estructuras se les ofrece un sueldo base entre USD 400 y USD 500, más comisiones. Sin embargo, si no logran generar ingresos, en algunos casos no se les paga.
Las autoridades ya investigan las denuncias. Mientras tanto, se recomienda a la ciudadanía no caer en estas intimidaciones y denunciar cualquier intento de extorsión. La finalidad de estas amenazas es que las víctimas depositen dinero bajo presión psicológica.