El excomando del ejército británico Matt Jones caminó 112 kilómetros por la cordillera de Clwydian, en Gales, cargando una heladera de 36 kilogramos en la espalda. El esfuerzo no fue solo físico, lo hizo en homenaje a su esposa Vicky, fallecida poco antes de la Navidad de 2024, y con el objetivo de recaudar fondos para un hospicio infantil que cuida a niños con enfermedades terminales.
La promesa que lo cambió todo
En septiembre de 2024, mientras se recuperaba de una cirugía de cadera, Jones conversaba con su esposa y su médico. En tono de broma, Vicky recordó cómo ella misma había completado una caminata de 55 km con una lesión. “Conociendo a este estúpido idiota, lo hará otra vez, pero con una heladera a cuestas”, dijo ella entre risas. A lo que él respondió: “Lo haré dos veces, con un congelador en la espalda”.
Vicky falleció semanas después, y Matt decidió cumplir esa promesa como un acto simbólico de amor y perseverancia, además de inspiración para sus cuatro hijos.
La travesía: esfuerzo, dolor y conexión espiritual
La caminata se completó en menos de 36 horas, en condiciones extremas, más de 4.500 metros de desnivel acumulado, fuertes vientos y terreno montañoso. En palabras de Jones, “llegué al límite… la montaña se ha convertido en mi iglesia”.
Durante la travesía, fue captada una imagen conmovedora, un arcoíris apareció en el cielo, lo que para él fue una señal de aliento en medio del dolor físico y emocional.
Un homenaje que salva vidas
La iniciativa permitió recaudar más de 68.000 dólares para la organización benéfica Hope House, un hospicio que brinda cuidados paliativos a niños con enfermedades terminales y apoyo a sus familias.
Este gesto de solidaridad no solo conmovió a su comunidad, sino que también se viralizó en redes sociales por su carga emocional, su valor físico y su impacto positivo.
Jones afirmó que lo impulsó una frase que escuchó de sus hijos, como si viniera de Vicky: “Tú puedes, sé tú mismo”. Con su hazaña, logró transformar el duelo en una historia de resiliencia, amor y esperanza.