La justicia en Azuay confirmó la sentencia de nueve años y cuatro meses de prisión para Óscar Reymundo M. por el abuso sexual reiterado de su hijastra. La Corte Provincial rechazó la apelación de la defensa, validando las pruebas de la Fiscalía.
Abusos prolongados en el hogar
Los hechos ocurrieron desde 2016 en San Fernando. El padrastro se aprovechaba de los viajes de la madre para abusar de la niña, entonces de 9 años, amenazándola para que guardara silencio.
Los abusos se extendieron hasta 2020, cuando la víctima finalmente contó lo sucedido. Como resultado del trauma, intentó suicidarse y fue diagnosticada con estrés postraumático.
La Fiscalía presentó testimonios de peritos, el reconocimiento del lugar de los hechos y los relatos de la víctima y sus familiares, que fueron clave para la condena.
Agravante familiar aumentó la pena
Aunque el delito contemplaba una pena inicial menor, se aplicó una agravante por la relación familiar del agresor con la víctima, lo que justificó el aumento de la condena.
Reparación para la víctima
Además de la prisión, el sentenciado deberá pagar 3.000 dólares para la terapia psicológica de la víctima, buscando así contribuir a su recuperación emocional.