La frase “¡Te lo suplico. Tengo cuatro hijos!” aún resuena con la angustia de los últimos momentos de Christina Spicuzza, una conductora de una aplicación de movilidad de 38 años, que fue brutalmente asesinada en el condado de Allegheny, Pensilvania (EE.UU.)por Calvin Crew, a quien se lo ha condenado a cadena perpetua por este despiadado crimen.
Una súplica desesperada capturada en cámara
La cámara del vehículo de Spicuzza grabó sus aterradores instantes finales. En las imágenes, se ve a Crew apuntándole con un arma al cuello mientras conducía. Suplicó por su vida, invocando a sus cuatro hijos como un ruego desesperado por clemencia.
Frialdad ante el pedido de la conductora
A pesar de la angustiosa súplica, Crew actuó con frialdad. Incluso cuando la jalaba del cabello y le ordenaba seguir conduciendo con el arma en su cabeza, Christina intentó apelar a su humanidad. “¿Tiene que ser una broma?”, alcanzó a decir, incrédula ante la situación.
La investigación policial apunta a un intento de robo como el motivo del asesinato. Se descubrió que Crew intentó transferir dinero de las cuentas bancarias de Spicuzza al teléfono de su novia.
La cámara del vehículo, que Crew intentó ocultar, fue fundamental para esclarecer los hechos. Su hallazgo permitió reconstruir los horribles momentos finales de Christina y llevar a su asesino ante la justicia. La frase “¡Te lo suplico. Tengo cuatro hijos!” se convierte así en un testimonio visual y auditivo de su terror.