“Nuestra organización puede dar información para desmantelar la delincuencia”, dice un extracto de lo que sería un extensa carta enviada por un integrante de la banda delictiva, Los Lobos, al presidente de la República, Daniel Noboa para acordar un proceso de paz.
PUBLICIDAD
De hecho, el primer mandatario lo dijo en una entrevista donde resaltó que ya tiene listo el plan para recuperar el control de la cárceles del país, pero no dio el nombre del GDO. Sin embargo, se tratarían de seis páginas donde este grupo delictivo comprometen sus esfuerzos para recuperar la paz a cambio de un listado de condiciones:
-Respeto y derecho a la vida
-Acceso a educación en todos los niveles a las Personas Privadas de la Libertad
-Crear e implementar proyectos, como Clínicas de Recuperación a Drogodependientes, panaderías, cultivos de peces, criaderos de cerdos, emprendimientos productivos y comerciales con las artesanías hechas por los presos.
-Apoyo psicológico continuo, cumpliendo con el mandato constitucional.
Si se cumple, ellos también se comprometen a entregar “información para desmantelar la delincuencia”, dice la carta. También piden una reunión a la que asistiría uno de sus voceros autorizados.
PUBLICIDAD
“Nosotros hemos buscado constantemente la paz en todo ámbito y en todo momento, a pesar de la ola de violencia que han generado, promulgado y avivado diversos grupos armados que, de manera secuencial y cronológica han llevado al Estado Ecuatoriano a la peor crisis de Seguridad de su Historia, quitando la tranquilidad y la paz a la ciudadanía en general”, refiere la carta.
“Esta carta de intención, contiene implícito el compromiso férreo de llegar a la paz, de dejar en claro, con el respeto y la firmeza que nos caracteriza, que se cumpla los mandatos Constitucionales, supra nacionales e internacionales de Derechos Humanos, respetando nuestro derecho a la vida, brindando educación en todos los niveles a las Personas Privadas de la Libertad”, apuntan.
En el documento se menciona también que las ciudades de Guayaquil, Duran, Quevedo y Santo Domingo están desbordadas por la comisión de delitos cometidos por otros grupos que dan su palabra de paz para luego romperla y continuar al acecho aterrorizando a la población y lo comparan con otras ciudades de la Sierra como Cuenca, Quito, Azogues, Cañar, Riobamba, Ambato, Loja e Ibarra, donde, según ellos el índice de violencia es inferior.
“Señor presidente, nuestro deseo no es entrar en conflicto con absolutamente nadie, peor crear una guerra civil sino más bien y de hecho, hacer un llamado a la paz y a un ambiente de tranquilidad para evitar problemas futuros. Nosotros también tenemos familia, padre, madre, hijos, hermanos, que por las cuales no queremos que sufran ni peor aún atenten contra su integridad de ninguna manera, repetimos queremos paz, queremos que la sociedad nos brinde trabajo, atención necesaria para poder vivir como seres humanos, una atención adecuada de salud a nuestras familias, la posibilidad de que nuestros hijos estudien y se preparen buscando una mejor vida, y no queremos persecuciones”, sentencian.
Por otro lado, el presidente Noboa se refirió a que las figuras del crimen organizado y como se las ha empezado a glorificar por el desconocimiento de la información de los crímenes de los mismos, por parte de la gente.