Se cumplen poco más de un mes de la detención de Germán Cáceres. El exagente se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil. Confesó ser el autor directo del femicidio de su esposa María Belén Bernal, perpetrado en los interiores de la Escuela Superior de Policía “Gral. Alberto Enríquez Gallo” el pasado 11 de septiembre. Cáceres estuvo prófugo por más de tres meses. Las autoridades colombianas e internacionales señalaron que la ubicación donde se escondía el asesino era en Palomino, una zona costera del país cafetero.
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En este lugar, Germán Cáceres logró obtener un empleo en bar. De acuerdo a un reportaje de Pichincha Comunicaciones, desde el sitio donde se encontraba escondido, dio más detalles del establecimiento donde trabajaba.
Como coincidencia, Cáceres se hacía pasar por un mexicano. De acuerdo a información publicada por una usuaria en Twitter, el nombre que utilizaba era “Jhon”.
Con esa estafa estuvo en el establecimiento, que cuenta con algunas mesas y sillas altas. Un local abierto a la brisa del clima costero, con luces violetas, donde a varias personas el asesino de María Belén le sirvió una copa y entablo diálogo con ellos.
Como una especie de cabaña playera, muy adornada y con múltiples colores, así luce el bar “María Mulata”. El negocio funciona con extranjeros como empleados.
Según el periodista que muestra el bar, indicó que uno de los requisitos que deben cumplir los empleados es ser más interactivos con los clientes, cuestión que a Cáceres lo descubrió para que las autoridades lo capturen.