Lamentablemente, el agua de lluvia ya no es potable en todo el mundo, ni si quiera en la Antártida. Así lo anunciaron los investigadores de la Universidad de Estocolmo y de la ETH Zúrich en un artículo publicado en la revista Environmental Science & Technology.
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El estudia indica que el agua de lluvia está contaminada por sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés). Se trata de unos químicos que han sido utilizados durante décadas en muchas industrias. Estas sustancias no se degradan y se han acumulado con el paso del tiempo teniendo efectos perjudiciales para la salud, dice el estudio. “Productos químicos para siempre”, son estos elementos creados por los seres humanos.
Estos PFAS se propagan en toda la atmósfera y como resultado se los encuentra en la lluvia y la nieve.
Se han disminuido los productos químicos por su gran peligrosidad
Este equipo de investigadores de las universidades mencionadas analizaron la presencia de PFAS en la atmósfera durante los últimos 10 años y se ha descubierto que los niveles de algunas no están disminuyendo a pesar de que el principal fabricante, 3M, los eliminó gradualmente hace ya 20 años.
“Por ejemplo, el ácido perfluorooctanoico (PFOA), que causa cáncer, ha disminuido 37,5 millones de veces en EE.UU.”, ha señalado el autor principal del estudio, Ian Cousins.
Sustancias químicas pueden causar cáncer, problemas de aprendizaje o infertilidad
Se conocido que estas PFAS causa daños graves para la salud incluido el cáncer, problemas de aprendizaje y conducta en los niños, infertilidad, aumento de colesterol y problemas en el sistema inmunitario, dice el estudio.