El domingo 12 de diciembre, la Fiscalía General del Estado inició una investigación preprocesal para esclarecer la muerte de Naomi A. S., ocurrida este fin de semana en Manta.
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Según el resultado de la autopsia efectuada por Criminalística, se trataría de un suicidio, porque en su cuerpo no se observaron huellas de maltrato, golpes o señales de violencia o defensa, ni puñaladas, como ha circulado en redes sociales.
Sin perjuicio de aquello, Fiscalía ha dispuesto que se practiquen otras pericias indispensables para descartar que se trate de un femicidio –en el marco del debido proceso y de la objetividad de la investigación–, de acuerdo a lo que establecen el Código Orgánico Integral Penal (COIP), estándares internacionales en la materia, así como el “Protocolo para la investigación de femicidios y otros delitos que involucren muertes violentas de mujeres y niñas”, recientemente implementado por la Institución.
Asimismo, se ha solicitado los videos de las cámaras de seguridad del edificio donde ocurrió el hecho y la autorización judicial para realizar la explotación y extracción de la información de los dispositivos móviles incautados.
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En relación a una denuncia que Naomi A. presentó tras ser víctima de violencia sexual, es importante aclarar que no fue realizada en contra de su pareja sentimental, el fiscal Juan Carlos I., sino en contra de otros tres individuos.
Desde Quito, las direcciones institucionales de Transparencia, Control jurídico y de Derechos Humanos por medio del Equipo de Género, vigilan el avance del proceso para garantizar un debido acceso a la justicia penal.
Información jurídica
El Protocolo de Investigación dispone una serie de diligencias para determinar si la muerte de una mujer califica como un femicidio –tipificado en el artículo 141 del COIP– o como otra forma de muerte violenta, y si existen otros delitos, como violación –tipificado en el artículo 171 del mismo cuerpo legal–.