De nuevo, los participantes de MasterChef Ecuador llegaron a las cocinas para enfrentarse a un reto de la caja misteriosa. Cuando entraron al estudio, los cocineros se sorprendieron al ver que la caja era de metal y, muchos pensaron que el ingrediente con el que debían trabajar resultaría difícil.
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Sin embargo, Érika Vélez les dijo el momento en el que podían descubrir las cajas y al levantarlas se dieron cuenta que estaban las anheladas filipinas que los cataloga como chef dentro del mundo culinario.
Cada uno de los integrantes del top 6 de la competencia mostró su emoción y felicidad al colocarse la chaqueta que con esfuerzo han logrado.
Cada uno expresó sentirse orgulloso de llegar hasta ese punto de la competencia. Johanna rompió en llanto y recordó a su sobrina, la misma que falleció mientras ella ya estaba en el programa “sé que ella está muy orgullosa de lo que he logrado”.
Además, Henry recordó todo lo que ha trabajado para conseguir esa filipina, haciendo referencia a todas las veces que intentó entrar al programa y no lo logró, hasta esta cuarta temporada.
Alexandra también fue otra de las que expresó mucha emoción diciendo que “he usado una de estas un par de veces, pero llevar esta con el logo de MasterChef Ecuador es algo único. Jamil tampoco dejó pasar la oportunidad y dijo que llevar puesta la filipina era un honor y lo hacía sentir orgulloso.
Luego de colocárselas, todos compitieron en el último reto por equipos, junto al chef Jorge Rausch y ganadores y participantes de las temporadas anteriores.
Raúl, Henry, Jamil, Johanna, Alexandra y Victoria son los mejores 6 de la competencia en la temporada número cuatro y, aunque creyeron que la vestimenta de chef no sería entregada hasta el top 5, disfrutaron del momento, se sorprendieron y mostraron agradecimiento.