Afganistán ya pasó por el régimen talibán hace dos décadas (1996-2001), durante este mandato se introdujeron castigos acorde a la estricta interpretación de la ley islámica: ejecutando públicamente a asesinos y adúlteros que habían sido condenados y amputando a los que habían sido declarados culpables de robo.
En estas reglas también se incluye las drásticas restricciones a mujeres, las cuales deben usar el burka. La prenda les cubre prácticamente todo el cuerpo para evitar mostrarse a otros hombres que no sean su marido.
Con la reciente llegada de los talibanes, la mujer perderá muchos de los avances por los cuales han estado luchando varios años. Una muestra de ello, en apenas horas, es el caso de la corresponsal de CNN, Clarissa Ward.
La estadounidense ha pasado de informar vestida con ropa de color a portar un velo islámico. La prenda se compone por la abaya, cuya función es esconder la figura de la mujer; deberá llevarlo siempre que esté en presencia de varones.
A partir de la llegada de los talibanes al poder, la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA) denuncia que las mujeres reducirían al fin único de procreación. Con el inminente regreso del uso de la Burka, las mujeres llegarían a ser castigadas por el uso de cosméticos.
Otras restricciones
No podrán practicar deportes, teniendo asimismo prohibido entrar en cualquier centro o club deportivo. Además, la mujer tampoco tendrá permitido montar en una bicicleta o en una motocicleta, ni podrá asomarse a los balcones de su residencia.
También se prevé que tomen decisiones como en su pasado régimen: prohibir la televisión, la música, el cine y desautorizaron que las niñas de 10 años o más fueran a la escuela.
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