La desnutrición crónica infantil es considerado uno de los principales problemas de salud pública del Ecuador. Tres de cada 10 niños menores de dos años la padecen. El país es el segundo con mayor proporción de América Latina y el Caribe, después de Guatemala.
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Un niño con desnutrición crónica tiene una talla inferior a la estándar para su edad, por ejemplo, puede tener 4 años, pero parecer de 2. Esto dificulta su detección y puede permanecer invisibilizada; una vez que el retraso en el crecimiento es diagnosticado, no hay marcha atrás. Por eso es clave apuntar a la prevención y comprender la dimensión de la problemática.
Causas
Si bien la falta de alimentos adecuados y suficientes para la edad de un niño es uno de los determinantes, existen otras causas. Como el agua y el saneamiento, las condiciones de la vivienda y, sobre todo, los controles de salud durante los primeros 1.000 días de vida.
Si un niño consume agua contaminada puede provocarle diarrea o parasitosis. Estas enfermedades le impiden absorber los nutrientes. Si la diarrea se presenta de forma reiterada en los primeros dos años de vida, un niño tiende a desarrollar desnutrición crónica o retraso en talla.
Los primeros 1.000 días en la vida de un niño son una ventana de oportunidad para prevenir la desnutrición crónica infantil. En este tiempo, la mujer embarazada y el bebé deben recibir un paquete de prestaciones de salud para garantizar un desarrollo adecuado.
En el caso de la mujer, es importante que reciba atención en el primer trimestre del embarazo y acuda al menos a cinco controles para garantizar que el embarazo está cursando de manera adecuada. Los chequeos médicos permiten detectar problemas, como por ejemplo la anemia, al tiempo que sirven para brindar consejería oportuna sobre alimentación y lactancia.
En Ecuador, el 10,8% de los niños menores de 5 años tuvo una enfermedad diarreica siete días antes de ser encuestado, al tiempo que el 34,2% tuvo una infección respiratoria aguda, según la Encuesta de Nutrición y Salud (ENSANUT) 2018. Si los niños no reciben atención adecuada frente a estas enfermedades pueden tornarse graves o letales
Desde 1993, Ecuador ha llevado adelante alrededor de 12 programas o proyectos relacionados con salud y nutrición, pero la curva en menores de cinco años casi no se ha movido. Entre 2014 y 2018, incluso incrementó de 24,8% a 27,2% en menores de dos años.