Fue el 27 de febrero de 2018 cuando Patricia Ramírez vio por última vez a su «Pescaito», Gabriel Cruz, un niño de ocho años que correría con la fatídica suerte de toparse con su madrastra en el camino a casa, lo que parecía un simple paseo habitual, sería el día de su muerte. Ana Julia Quezada, la novia de su padre, lo asfixió y ocultó su cadáver por once días. Ella sola se delató, asumiría su culpa y actualmente espera su condena.
Mientras eso pasa, sus padres devastados, han dado parte a las autoridades y a la prensa en el caso más indignarte en la comunidad española. Ángel el padre mantiene que no sospechaba de su pareja, mientras que Patricia, la madre, en un momento empezó a sospechar hasta confirmar el peor de los escenarios, el niño habría muerto. Aunque el hecho de que el niño muriera el mismo día fue cierto consuelo, la madre del menor decidió dedicarle un carta abierta a manera de conmemoración de la muerte de su hijo, iniciando de la siguiente manera:
La carta continúa nombrando a todos los expertos que formaron parte de la extensiva y minuciosa búsqueda del menor:
Patricia, explicó el en la carta el origen del nombre con el que Gabriel se posicionó en los medios locales e internacionales:
https://twitter.com/Revistacorazon/status/980452473964937217
Cada vez, más y más emotivas las palabras de la madre desconsolada encuentran calma en la manera de cómo ven ahora a su hijo:
La carta cierra con anécdotas personales que conmueven mucho más aún a la opinión pública:
Un sincero agradecimiento concluye la carta de Patricia Ramirez, madre de Gabriel Cruz.