Anteriormente, la educación técnica y tecnológica no era vista con el valor que merecía y hasta se la excluía. Ahora eso cambió de acuerdo a las necesidades del país.
PUBLICIDAD
METRO conversó con el doctor Patricio Guanopatín, vicerrector académico del Instituto Tecnológico Superior Cordillera, quien explicó por qué la educación técnica y tecnológica no era considerada como nivel superior.
Estas carreras no constaban en las escalas salariales y, además, en los concursos de méritos y oposición del sector público no aparecía el técnico o tecnólogo como un requisito para acceder a ellos. Igualmente, las empresas en la mayoría de sus convocatorias tenían como requisito indispensable el titulo de tercer nivel.
Las cosas han cambiado
«La educación técnica y tecnológica son el futuro, el desarrollo productivo y la industrialización del país», enfatizó Guanopatín.
En este contexto, el doctor comentó que el Ecuador observó los modelos de países vecinos, europeos y asiáticos, donde aproximadamente el 50% de la matrícula va hacia la educación técnica.
«La tecnología es lo que mueve el desarrollo de un país y en el nuestro, la matrícula de educación técnica y tecnológica no llegaba al 8% (…) Ecuador estaba cayendo en el ‘titulismo’; solo querían ser ingenieros, doctores, o abogados», aportó.
Las carreras técnicas y tecnológicas complementan a las de tercer nivel
Guanopatín destacó que la educación técnica y tecnológica tiene que ser de aceptada como de tercer nivel. Cada profesional está en la capacidad de dirigir, gerenciar y organizar, y habrá un nivel operativo de profesionales (técnicos y tecnológicos), que complementara los planes estratégicos de cada empresa.
«Es por ello que ambas carreras (de tercer nivel y técnicas) no se contraponen si no que se complementan», aclaró el doctor.
Explicó que luego de la educación técnica y tecnológica existen las maestrías tecnológicas, siempre y cuando se continúe con la línea de la especialización de cada carrera.
PUBLICIDAD
Añadió que en la Ley está aprobado que, por ejemplo, si un estudiante culmina su carrera de tecnólogo, en su área del conocimiento puede acceder a maestrías tecnológicas en la misma línea. «Si un joven se gradúa en mecatrónica debería hacer su maestría especializada en mecatrónicos».
Guanopatín hizo un llamado a los estudiantes a elegir carreras técnicas y tecnológicas pensando en el desarrollo y las necesidades del país como por ejemplo agroindustria, siderurgia, metalurgia, robótica, mecánica automotriz, entre otras.
«Si no contamos con estos profesionales (técnicos y tecnológicos) no existirá un cambio de matriz productiva en el país. Los responsables de titular en estas áreas son los tecnológicos (…) El tecnológico ya tiene un valor real: remunerativo, escala salarial que debe recibir y competitividad. Además, consta como requerimiento en los nuevos concursos de mérito y oposición», señaló.
Seguir fortaleciendo el sistema de educación tecnológica
También manifestó la necesidad de continuar fortaleciendo el sistema de educación tecnológica para garantizar al país excelentes técnicos que trabajen con mano de obra calificada. «Los institutos y universidades debemos unir fuerzas».
Guanopatín mencionó algunas de las carreras de tecnología superior que se ofrecen en el Instituto Tecnológico Superior Cordillera: Optometría, Gestión de la Producción, Desarrollo de Software, Turismo, Desarrollo Infantil Integral. «Estas son ejes fundamentales para nuestro país».
«Para nuestra institución, en todas las carreras, lo más importante es el ser humano porque en el mercado actual se buscan personas preparadas académicamente, que sean confiables, buenos seres humanos. Un tecnológico se fundamenta en competencias y esta es la conjugación de tres elementos: competencia, habilidad y valor», enfatizó.
Que los títulos tecnológicos sean reconocidos de tercer nivel
El doctor destacó la importancia de que los títulos tecnológicos sean reconocidos de tercer nivel . Si se forman tecnólogos especializados en un área, son reconocidos en otros países, lo cual es un valor agregado.
«Nuestros tecnólogos serían valorados en cualquier lugar del mundo. Detrás de un ingeniero, por ejemplo, se solicita a un equipo de profesionales de tercer nivel tecnológico. El país necesita áreas operativas de alto nivel», reiteró.
El doctor mencionó algunas ventajas de estudiar una carrera técnica:
- Es una carrera más corta, dura tres años y medio.
- Es una carrera especializada. El tecnólogo está preparado para abordar todo lo que tenga que ver con bienes y servicios, incluída la innovación tecnológica.
- Va a tener un campo laboral de especialidad y podrá realizar una maestría.
- Bien remunerada, existe un nivel mínimo de salario para el nivel tecnológico.
«Al tener todos estos elementos, será posible la homologación de sus créditos a nivel internacional. Es más fácil que reconozcan a un buen técnico soldador que a un buen abogado. Los chicos deben valorarse a sí mismos y tienen la oportunidad histórica de elegir algo diferente. El país necesita de otras áreas y debemos comenzar a pensar en función de ello», dijo.