Tulcán, justo en el límite entre Ecuador y Colombia y ciudad natal de Richard Carapaz, flamante campeón del Giro de Italia 2019, vibró este domingo con la etapa final que consagró a su paisano como el primer ecuatoriano en lograr el título de esta importante competición ciclista.
Las calles de Tulcán lucieron vacías este domingo durante las poco más de cuatro horas que duró la contrarreloj que se disputó en la ciudad italiana de Verona.
Reunidos en sus casas, parques o mercados, los vecinos del Carchi acompañaron a Carapaz hacia la gloria entre vítores, banderas y muchas lágrimas de orgullo.
Durante los casi 24 minutos que tardó el ciclista carchense en cubrir los 17 kilómetros de la etapa a cronómetro que clausuró el Giro, su ciudad natal fue un hervidero de emoción.
Al tiempo que los corazones se encogían y los pulsos se aceleraban, el orgullo por la «Locomotora del Carchi» -por la provincia en la que nació- se iba haciendo más y más palpable en el ambiente del mercado de Tulcán, uno de los lugares donde hoy se instalaron pantallas gigantes para seguir la carrera.
Para el alcalde de la ciudad, Cristian Benavides, hoy Tulcán está muy unido en torno a la figura de su ilustre paisano, que se ha convertido en un «ejemplo» para los más jóvenes, pero también para las autoridades, que se juntaron para celebrar este logro olvidando signos políticos e ideologías.
En el mercado de la ciudad, el ambiente era ensordecedor cada vez que aparecía en la pantalla la «maglia rosa» pedaleando hacia la victoria, y al grito de «¡Dale, y dale, dale Richard, dale!» los tulcaneños apoyaban desde la distancia.
Al lugar se desplazaron varias personalidades de la provincia, como el gobernador del Carchi, Cristian Edin Moreno, y el recientemente reelegido prefecto, Guillermo Herrera.
Pero la verdadera fiesta comenzó cuando la «Locomotora» cruzó la línea de meta y se consumó alegría de todo un país.
Fue en ese momento cuando la banda municipal de música penetró con gran jolgorio al interior del mercado mientras la gente aclamaba a su campeón con verdadero fervor, el alcalde lloraba mientras veía a Carapaz levantar el trofeo en la pantalla y las voces coreaban el himno nacional de Ecuador mientras sonaba en el Arena de Verona.
Carapaz se convirtió en el primer ecuatoriano que gana el Giro de Italia y subió a lo más alto de un podio en que el estuvo acompañado por el italiano Vincenzo Nibali, segundo, y el esloveno Primoz Rodlic, tercero.
Ahora, los coterráneos de Carapaz esperan que su triunfo en Italia impulse la práctica de su deporte en una provincia que es ya conocida a nivel nacional por ser cuna de grandes ciclistas.
Uno de ellos, campeón en una ocasión de la Vuelta a Ecuador, es Franco Rodríguez, quien espera que sus compañeros de pasión «salgan a la calle a hacer recapacitar» a las autoridades ecuatorianas para que «apoyen el deporte nacional, en especial al ciclismo».
En Quito también se festejó
Aún emocionado, Rodríguez envió un mensaje a la «Locomotora del Carchi»: «Nos has llenado de alegría, se nos ha llenado todo nuestro corazón de efervescencia. Te vamos a recibir como un héroe, como el niño mimado de este Tulcán que te quiere y que hoy está demostrando que se puede unir con una sola causa: Richard Carapaz».
Con información de EFE
