En un nuevo capítulo del conflicto legal entre Apple y Epic Games, la compañía tecnológica ha decidido bloquear el intento de Epic por reincorporar el popular videojuego Fortnite a la App Store para dispositivos iOS. Esta decisión afecta a millones de usuarios tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea, quienes no podrán acceder al título en sus iPhone y iPad.
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Origen del conflicto
La disputa se originó en 2020, cuando Epic Games implementó en Fortnite un sistema de pagos alternativos para evitar las comisiones que Apple cobra por las compras dentro de aplicaciones, lo que llevó a la eliminación del juego de la tienda oficial. Desde entonces, ambas empresas mantienen una prolongada batalla legal que aún no ha sido resuelta.
El regreso de Fortnite sigue en pausa
Aunque recientemente un fallo judicial en Estados Unidos ordenó a Apple permitir que los desarrolladores incluyan enlaces externos para métodos de pago alternativos lo que abriría la puerta para el regreso de Fortnite, Apple ha presentado apelaciones y continúa bloqueando el retorno del juego a iOS, argumentando que la seguridad y la experiencia del usuario son prioritarias.
Impacto en jugadores
Este bloqueo afecta directamente a los usuarios que esperaban volver a jugar Fortnite en dispositivos Apple de forma nativa. Aunque existen alternativas de juego en la nube como GeForce NOW o Xbox Cloud Gaming, estas no igualan la experiencia de la app oficial. Además, los jugadores con Fortnite instalado solo cuentan con versiones desactualizadas sin posibilidad de actualizar.
Epic Games responde y la lucha por un ecosistema más abierto
Epic Games ha manifestado su desacuerdo con la postura de Apple, calificándola de restrictiva y anticompetitiva. La empresa planea continuar su batalla legal y colaborar con organismos reguladores para presionar a Apple a modificar sus políticas y permitir una mayor apertura en su ecosistema digital.
Podría redefinir el mercado de aplicaciones móviles
Este conflicto refleja las tensiones que existen en la industria tecnológica sobre el control que las grandes plataformas ejercen sobre sus tiendas digitales y cómo regulan el acceso y las transacciones. La resolución de esta disputa podría sentar un precedente clave para el futuro del mercado de aplicaciones móviles y la competencia en el sector.
