El exmilitar estadounidense Erik Prince, reconocido fundador de la polémica empresa de seguridad Blackwater (hoy Academi), realizó una reciente visita a Ecuador con el fin de evaluar la futura capacitación en seguridad que ofrecerá a las fuerzas públicas del país. Esta es la tercera vez en el año que Prince pisa suelo ecuatoriano, generando expectativas y, a la vez, interrogantes sobre los alcances de esta colaboración.
La portavoz del Gobierno, Carolina Jaramillo, confirmó la presencia de Prince en el país durante dos días, donde llevó a cabo una “breve evaluación y planteamiento del trabajo que se hará a futuro” en materia de capacitación. Aunque no se ofrecieron detalles específicos, Jaramillo adelantó que se informará “a futuro” sobre la planificación de este adiestramiento.
Un asesor polémico en un momento crucial
La llegada de Prince se enmarca en la “guerra” declarada por el presidente Daniel Noboa al crimen organizado, una situación que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las fuerzas del orden ecuatorianas desde enero de 2024. El ministro del Interior, John Reimberg, ya había anticipado el retorno de Prince para estas capacitaciones, lo que sugiere una aceptación formal de su oferta por parte del Gobierno.
La figura de Erik Prince no está exenta de controversia. Su pasado con Blackwater, una empresa involucrada en graves denuncias de violaciones a los derechos humanos durante la invasión de Irak, levanta alertas y exige transparencia. Además, su cercanía con figuras políticas como el presidente salvadoreño Nayib Bukele y su activa participación en iniciativas políticas internacionales, como la campaña para “restaurar la democracia” en Venezuela, añaden otra capa de complejidad a su rol en Ecuador.
Visitas precedentes y futuro incierto
Las dos visitas anteriores de Prince a Ecuador incluyeron un primer encuentro con Noboa, donde se habló de una “alianza estratégica”, y una segunda estancia en la que participó en un operativo contra la criminalidad en Guayaquil, una de las ciudades más afectadas por la violencia del narcotráfico. También visitó el principal puerto de la ciudad, un punto clave para el envío de drogas.
A pesar de la reiterada presencia de Prince y la promesa de capacitación, aún se desconocen los términos del contrato, la duración del asesoramiento y, crucialmente, el costo que esta colaboración representará para el Estado ecuatoriano. La transparencia en estos acuerdos será fundamental para despejar dudas y asegurar que la “guerra” contra el crimen organizado se libre con apego a los principios de legalidad y derechos humanos.