Las autoridades avanzaron significativamente en la investigación del “atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay” con la aprehensión de “alias Gabriela”, cuyo verdadero nombre es Katerine Andrea Martínez, una joven de 19 años. La detención se llevó a cabo en Florencia, Caquetá, y posteriormente fue trasladada al búnker de la Fiscalía en Bogotá. Allí, un juez ratificó la legalidad de su captura basándose en pruebas sólidas.
De acuerdo con la Fiscalía, alias Gabriela es un componente fundamental de la organización delictiva responsable del atentado sucedido el pasado 7 de junio en la zona de Fontibón. Su identificación se logró mediante una comparación morfológica con grabaciones de cámaras de seguridad, además de la localización de unos tenis idénticos a los que llevaba la mujer vista junto a alias El Costeño el día del ataque.
El relato de Carlos Eduardo Mora González, quien manejaba el vehículo Spark gris, indica que Martínez fue quien proporcionó el arma —una Glock de 9 milímetros— al joven asesino a sueldo, además de ser quien le sugirió que se cambiara de vestimenta dentro del auto. Según la investigación, ella también fue quien solicitó el servicio de transporte por una aplicación desde el barrio Danubio Azul hasta Modelia, lugar donde ocurrió el ataque.
A lo largo del trayecto, habría recibido llamadas de alias El Costeño solicitando aclaraciones sobre la demora. En el escenario del incidente, las cámaras de seguridad captan a la mujer bajando del automóvil junto al sicario y siguiéndolo de cerca en calidad de espectadora del asalto. Más tarde, se observa a El Costeño volviendo al vehículo en su compañía, lo cual fortalece la suposición de su involucramiento.
Cuando fue detenida, alias Gabriela llevaba consigo 1,100,000 pesos (USD 270) y dos teléfonos móviles. Las autoridades están revisando uno de estos dispositivos porque podría tratarse del aparato que fue utilizado por el menor implicado.
En la sesión judicial, el magistrado le indicó que podría recibir una condena de "hasta 29 años de prisión“. La joven reaccionó con una ”risa burlona“, lo que provocó un serio ”llamado de atención por su aparente desprecio por la vida“. Ella afirmó que había actuado bajo ”amenazas“.
Por otro lado, Miguel Uribe Turbay, de 39 años, sigue en la UCI de la Fundación Santa Fe, en un estado crítico y con un pronóstico reservado, después de haber sido sometido a una operación reciente debido a un sangrado intracerebral agudo.
Las autoridades siguen intentando localizar a alias El Costeño, quien es visto como un vínculo fundamental para identificar a los autores intelectuales del ataque.
