Un operativo liderado por la Policía Nacional permitió desarticular una célula de la banda criminal Los Tiguerones en Quito. En un inmueble de El Batán, al norte de la ciudad, se encontraron armas, documentos de reclutamiento y un vehículo robado.
Del sur al norte: el hilo del delito
Según explicó el coronel Richard Dávila, comandante del Distrito Eugenio Espejo, “en el sur de la ciudad se robaron un vehículo, lo que llevó a un allanamiento en un domicilio en el norte de Quito, en el sector El Batán”, donde se hallaron los elementos que confirmaban la presencia de una estructura delictiva.
El inmueble habría sido arrendado por tres meses. “La propietaria supuestamente no había visto ninguna situación alarmante”, agregó Dávila.
Reclutadores y armamento
En el lugar se aprehendió a tres personas. Todos tenían antecedentes por robo a personas, vehículos, asociación ilícita y tenencia de armas. En la intervención se incautó:
- Dos armas de fuego tipo pistola calibre 9mm.
- Dos alimentadores con munición.
- Un vehículo reportado como robado.
- Varios dispositivos móviles.
- Tres armas blancas tipo machete.
- Panfletos y documentos con lineamientos internos para ingresar a la banda.
Las autoridades calificaron a los detenidos como “cabecillas porque saben cómo reclutar a las personas”. Entre los documentos encontrados figuraban instrucciones supuestamente emitidas por “alias Comandante Willy”, con detalles sobre un “curso de seis meses” para los aspirantes. Según las mismas fuentes, quienes deseen desertar se convierten en “objetivos de la organización para perder la vida”.
La Policía confirma que este grupo operaba principalmente en el centro y sur de la ciudad, zonas donde ya se han reportado varios hechos violentos. El hallazgo de panfletos y directrices internas revela una preocupante estructura de adoctrinamiento y fidelidad forzada.
El operativo responde a una estrategia más amplia para frenar la expansión de bandas como Los Tiguerones en Quito.