Una mujer estadounidense denunció haber identificado el cadáver de su hijo desaparecido hace más de diez años en una exposición de cuerpos humanos conocida como ¨Real Bodies¨, en un museo de Las Vegas, Estados Unidos.
La madre reconoció al que asegura ser su hijo, Christopher Todd Erick, por una serie de características físicas únicas y cicatrices visibles en el cuerpo exhibido. El joven había sido reportado como desaparecido en 2012, luego de una visita a casa de su padre.
Una versión oficial cuestionable
Según las autoridades, la muerte del joven ocurrió en la ciudad más grande de Nevada, en circunstancias sospechosas, y su cuerpo habría sido incinerado. Los restos fueron entregados al padre, y esa fue la versión oficial hasta el momento.
La teoría que existía hasta ahora señalaba que Christopher fue asesinado por una tercera persona, y que el cuerpo fue incinerado para eliminar evidencia.
Al enterarse del deceso, el padre se negó a mostrar el estado real del cuerpo de su hijo. En su lugar, entregó a la madre una urna pequeña que supuestamente contenía las cenizas, con el argumento de evitarle más sufrimiento.
Lo que se sabe del crimen
Aunque han pasado casi 13 años desde el fallecimiento del joven, el equipo forense aún no ha logrado determinar con certeza la causa de muerte. Sin embargo, presumen que no se trató de un suicidio ni de condiciones biológicas, debido a que se encontraron restos de cianuro en el organismo.
La madre de Christopher ha solicitado una prueba de ADN para confirmar si la identidad del cuerpo corresponde a su hijo. En caso de que así sea, procederá legalmente contra el museo por haber exhibido el cuerpo sin autorización familiar.
