La Fiscalía General del Estado informó a la pena máxima de veintidós años de privación de libertad fue sentenciado José Marcelo C. Z., luego de que el Tribunal de Garantías Penales que conoció la causa acogiera las pruebas presentadas por Fiscalía y lo declarara culpable del delito de violación incestuosa perpetrado contra su hija de 11 años.
De acuerdo con el Ministerio Público, el hecho se registró el 27 de julio de 2024, cuando el hermano del ahora sentenciado ingresó a su domicilio y lo sorprendió agrediendo sexualmente a su propia hija. Impactado por lo que acababa de presenciar, dio aviso a su pareja, quien a su vez informó a un familiar. Este último alertó a la Policía, que acudió al lugar y aprehendió a José Marcelo C. Z. en delito flagrante.
Durante la audiencia de juicio, la Fiscal del caso presentó una sólida carga probatoria: testimonios de familiares de la víctima, del médico legista, del psicólogo, de la trabajadora social, del perito que practicó el reconocimiento del lugar de los hechos, así como de los agentes aprehensores y del investigador especializado en delitos sexuales.
Además, se incorporaron los informes periciales que confirmaron la existencia del delito: el análisis P30, que detecta la presencia de fluido seminal, y el informe de perfil genético –practicado a la víctima y al procesado– que vinculó al agresor con los restos biológicos encontrados.
En su testimonio anticipado, la niña relató que los abusos ocurrieron al menos cinco veces, una de ellas en la finca de su abuelo, según Fiscalía.
Con base en estas pruebas, el Tribunal Penal dictó sentencia condenatoria y lo sancionó con la pena máxima establecida para este tipo penal.
Fiscalía procesó este caso con base en el artículo 171, numeral 1, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona la violación incestuosa con una pena privativa de libertad de entre diecinueve y veintidós años.