La historia de Bella May Culley, una estudiante británica de 18 años, ha dado la vuelta al mundo tras ser reportada como desaparecida en Tailandia y posteriormente encontrada bajo custodia en Tiflis, Georgia. Su caso ha generado conmoción no solo en el Reino Unido, sino también a nivel internacional, por la crudeza de las circunstancias que la rodean.
De unas vacaciones en Asia a una prisión en Georgia
Bella había viajado por vacaciones a Asia, pasando por Filipinas y Tailandia. Su familia perdió contacto con ella el pasado 5 de mayo, lo que motivó a su padre y a su tía a viajar de inmediato a Bangkok para buscarla. Sin embargo, días después, la policía georgiana informó sobre su detención en el aeropuerto de Tiflis, sorprendiendo a todos.
Las autoridades de Georgia imputan a Culley por la compra, almacenamiento e importación ilegal de estupefacientes en cantidades especialmente grandes. Fue sorprendida con 14 kilogramos de cannabis. Según el Código Penal georgiano, estos delitos pueden acarrear penas que van desde 20 años de prisión hasta la cadena perpetua, dependiendo de las agravantes.
Revelaciones en la audiencia judicial
Durante la audiencia judicial en Tiflis, Bella reveló estar embarazada, lo que aumentó la preocupación sobre su estado físico y emocional. Su abogado la describió como visiblemente asustada, confundida y muy vulnerable. Culley ha optado por guardar silencio frente a los cargos.
Uno de los elementos más preocupantes del caso es la hipótesis de que Bella haya sido víctima de manipulación por parte de redes de narcotráfico. Según versiones de su familia, se sospecha que un hombre identificado como “Russ” o “Ross” la habría influenciado o engañado para transportar la droga. Esta línea de investigación sigue abierta.
Próximos pasos
Actualmente, Bella permanece recluida en la prisión femenina No. 5 de Tiflis, una instalación señalada por organizaciones de derechos humanos por sus precarias condiciones sanitarias. El gobierno británico ha confirmado que está brindando asistencia consular a Bella y su familia.
El impacto de esta noticia ha revivido en Reino Unido debates sobre la explotación de jóvenes como “mulas” del narcotráfico en viajes internacionales. La familia de Culley ha pedido respeto por la presunción de inocencia, advirtiendo que la joven pudo haber sido víctima de estos mecanismos.
Por el momento, la situación legal de Bella es delicada. Permanecerá en prisión preventiva hasta su próxima audiencia, prevista para el 1 de julio de 2025. Allí, se definirá si se mantiene la medida cautelar o si podría obtener algún tipo de beneficio procesal.
El caso de Bella May Culley es un recordatorio de cómo unas vacaciones pueden convertirse en una pesadilla internacional. Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, su familia mantiene la esperanza de un desenlace justo.