La reciente visita de los Reyes de España, Felipe VI y la Reina Letizia, acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Carlos Mazón, al centro de Paiporta (Valencia) en apoyo a los afectados por el fenómeno de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) fue interrumpida por una serie de altercados y protestas. Decenas de personas, visiblemente indignadas por la situación en la que han quedado tras las intensas lluvias, gritaron “¡fuera!” y “¡asesinos!”, dirigiendo sus críticas a las autoridades presentes y a los responsables de gobierno, en especial a Pedro Sánchez y Carlos Mazón.
La tensión se elevó rápidamente, lo que obligó a cancelar la visita, prevista para evaluar los daños y escuchar a los afectados por las fuertes lluvias que asolaron la región. Según testigos, algunos de los manifestantes llegaron a lanzar barro y otros objetos contra la comitiva oficial. La escena se tornó tan caótica que los Reyes quedaron separados del resto del grupo, y tanto Felipe VI como Carlos Mazón se vieron en la primera línea de enfrentamiento directo con los manifestantes, quienes les increpaban insistentemente.
Ante la situación, los monarcas intentaron mediar: el Rey Felipe VI y la Reina Letizia se acercaron a algunos de los manifestantes, intentando escuchar sus demandas y consolar a quienes mostraban más angustia. A Letizia se le vio en un momento compungida, abrazando a algunos de los afectados, y con signos visibles de empatía frente al sufrimiento que habían experimentado. Ambos, al igual que Carlos Mazón, resultaron manchados con barro en la ropa y el rostro, en medio de los forcejeos y las expresiones de rechazo de parte de la multitud.
Para garantizar la seguridad de la comitiva y de los propios monarcas, agentes de Policía, Guardia Civil y miembros de las Fuerzas Armadas se vieron obligados a intervenir, formando barreras de protección y utilizando incluso paraguas para cubrir a Felipe VI de los objetos lanzados. Pese a los esfuerzos, las demandas de “¡Mazón dimisión!” y “¡Pedro Sánchez dimisión!” se escucharon entre los gritos que llenaban la plaza, mientras un ambiente de malestar se hacía cada vez más evidente.
La llegada de la DANA, que ha dejado a miles de personas afectadas en la Comunidad Valenciana, no sólo ha traído consigo devastación material, sino también una frustración generalizada hacia las autoridades. La recepción hostil que vivieron los líderes políticos y la Familia Real en Paiporta refleja el sentir de muchos ciudadanos, quienes exigen mayor apoyo y respuestas efectivas ante los daños que han padecido en sus viviendas y localidades.