Una ecuatoriana de nombre Gabriela Rodríguez vive en Reino Unido y trabaja en la limpieza de oficina en un bufete de abogados. Hace pocos, días sucedió que ella vio un sánduche de atún que nadie comió tras una reunión y prefirió guardarlo y llevárselo consigo, en lugar de desecharlo.
PUBLICIDAD
En una entrevista al medio español El Mundo, la compatriota relató que decidió guardarlo en la nevera para comérselo después. “Si lo dejaba en la bandeja, lo más probable era que acabara en la basura”, añadió. Sin embargo, un día después de lo sucedido, la compañía para la que trabajaba, Total Clean, la notificó sobre su despido.
[ La posición en la que duermes puede revelar tus mayores virtudesOpens in new window ]
Su jefe la comunicó indicándole que nadie le había dado una autorización para que se lleve la comida, pese a que se trataba de unos aperitivos que sobraron en la reunión. Por eso, lo consideró que ella “destruyó irrevocablemente la confianza necesaria para continuar la relación laboral”.
“Me llamaron poco menos que ladrona por llevarme una pieza de sándwich que vale una libra y media (...) Fue indignante, que te traten de esa manera, como si no valieras nada. Recibí un trato discriminatorio y decidí no callarme”, argumentó la madre de 39 años, quien tiene a su cargo una niña pequeña.
La ecuatoriana decidió llevar su caso hasta United Voices of the World (Voces Unidas del Mundo), un sindicato que tiene gran representación de trabajadores latinos, cuyo representante, Petro Elia, ha indicado que el Reino Unido, tiene una total “falta de protección para los trabajadores y más cuando están subcontratados, si son empleados de limpieza, son inmigrantes o latinos”.
Dado lo sucedido, este sindicato puso en marcha acciones legales en contra de la compañía de limpieza y también organizó una campaña de protesta donde personas se concentraron afuera del bufete de abogados con varias latas de atún. ““Fuimos allí con latas de atún y panes de molde, y entregamos 300 sándwiches en la recepción”, dijo la ecuatoriana en la entrevista.
“Me respaldaron más de 30 personas y mucha gente del edificio salió a saludarme y a expresarme su solidaridad. Para mí fue un acto con mucho simbolismo, y espero que sirva para que la comunidad latina alce la voz”, enfatizó la compatriota.
Hasta el momento, la empresa no ha dado algún pronunciamiento a los medios que llevan este caso como El Mundo, diario español. Pero, el despacho de abogados, Devonshires Solicitors, emitió un comunicado asegurando que no hizo una queja formal y que no pondrá trabas en el proceso de readmisión de Rodriguez si esta llega a ocurrir.
