El abogado Eduardo Franco Loor le confirmó a la cadena CNN que su defendido, el exvicepresidente Jorge Glas, pedirá asilo político a México. Al momento, el exfuncionario se encuentra en calidad de “huésped” en la Embajada de México en Quito desde el fin de semana.
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Pese que sobre Glas no pesa una orden de detención que lo ha enfatizado la fiscal Diana Salazar, Glas ha decidido evadir a la Fiscalía y refugiarse en la embajada. Salazar ha indicado que se lo requiere para que rinda su versión y llevar a cabo algunas diligencias.
Por su parte, el pasado domingo, la Cancillería solicitó a la embajada de México que invite al exvicepresidente a abandonar esa legislación diplomática para que coopere con las autoridades.
Glas ya fue sentenciado por casos de corrupción en dos ocasiones y en este momento es investigado por el caso Reconstrucción de Manabí, donde se lo vincula por posible peculado, aunque no se le han formulado cargos. Esto, porque la la Corte Nacional de Justicia (CNJ) ha pedido autorización a la Asamblea Nacional para poder enjuiciar o no al exfuncionario del correísmo.
Por otra parte, también ha sido salpicado por el caso Metástasis ya que en los chats revelados de los celulares del narcotraficante Leandro Norero, se evidencia que el narco admite haber pagado 250 000 dólares a operadores de justicia para que el exvicepresidente y Daniel Salcedo (también sentenciado por casos de corrupción) sean liberados.
Diana Salazar dijo en una entrevista con Teleamazonas que Norero pretendía cobrar ese “favor” cuando Glas “se convierta en presidente”.
Jorge Glas estuvo preso desde 2017 hasta 2022 con un fugaz periodo de libertad de 40 días entre abri y mayo de 2022. Ante eso, el movimiento de Revolución Ciudadana pensó en colocarlo de candidato para las elecciones anticipadas de este año, pero Glas no aceptó.
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Por otro lado, el Grupo de Puebla, una organización que agrupa a políticos de izquierda, ha expresado que Glas está siendo sometido a una “nueva persecución judicial” y es experimenta “una continua persecución política”. Expresando también, que los derechos del exvicepresidente “están en riesgo”.
El caso Metástasis es una investigación que surge tras el asesinato en prisión del narcotraficante Leandro Norero y que expone cómo el dinero del crimen organizado infiltró en el sistema judicial, carcelario y policial del país.