Nuevos datos salen a la luz del asesinato de José Andrés Vintimilla de 17 años que conmocionó a Cuenca y al país. Su cuerpo fue hallado en estado de descomposición en la laguna de Napale, cerca de la capital azuaya luego de 40 días de búsqueda.
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Un audio compartido por una fuente cercana de la familia de la víctima al portal “Red Informativa” reveló que los autores materiales de este lamentable suceso habían utilizado el vehículo del joven para realizar el secuestro y posterior asesinato. Incluso menciona que los sospechosos se habrían tomado fotos con un iPad que tenía la víctima dentro de su vehículo.
Durante las investigaciones realizadas por los agentes de la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased), allanaron cuatro viviendas y en una de ellas en la cual habita uno de los sospechosos, se halló el vehículo de propiedad de la víctima; en cuyo interior estaban las llaves del inmueble y el iPad de José Andrés. A un lado estaban las llaves del candado de una bicicleta, los libros y lentes de propiedad del hijo del detenido, añade el informe de fiscalía.
Este audio denuncia que la Fiscalía conocía la existencia de estas fotografías y acusan a un agente de la Policía que habría realizado las pericias de las pruebas del iPad y de no haber entregado estas imágenes al juez y por esta razón uno de los implicados en el crimen quede en libertad y actualmente se encuentre prófugo. Los sospechosos son padre e hijo que habían amenazado a Vintimilla días atrás a su muerte.
“Uno de los policías ocultó todas las pruebas fotográficas encontradas en el dispositivo de José Andrés y por eso solo se dio orden de prisión a uno de los asesinos y otro en libertad, por más que la fiscal Ledesma le decía una y otra vez; hasta le mandaba mensajes al teléfono que diga la información del iPad al juez, al uniformado no le dio la gana”, dice el audio.
En la cuenta X de Fiscalía General se anunció que el pasado 21 de septiembre se formuló cargos contra Jaime Junior V., mientras que su hijo Jaime Alejandro V., lo vincularon luego al proceso.
El pasado 16 de septiembre fue la última vez que José Andrés se contactó con su familia y fue desde una casa en la localidad de Challuabamba. Luego de eso, no volvió a contestar más el teléfono. “Habían hecho comentarios de que no les caía bien el chico, que querían hacerle daño y atentar contra su vida”, aseguró Sebastián Poma, abogado de la familia en entrevista con Radio Tomebamba.
