Los medios franceses han reportado uno de los casos más horrorosos de los últimos años, luego de que las autoridades dieran con la captura de un hombre el cual fue acusado de haber drogado a su esposa en repetidas ocasiones, con la intención de explotarla sexualmente mientras estaba inconsciente.
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En total habrían sido 83 hombres quienes pagaron para poder violar a la mujer entre el 2011 y 2020. El esposo de la víctima habría creado todo un perfil que se hacía llamar como “á son insu”, que significa “sin que él /ella lo sepa”, nombre que haría alusión a que la mujer nunca mostró su consentimiento. El sujeto operaba invitando a los abusadores a su casa en Mazan, en el sureste de Francia.
Una vez en la vivienda los hombres, quienes según el reporte oficial tienen entre 26 y 73 años, tenían que desnudarse desde la cocina para evitar que olvidaran su ropa en el cuarto y se lavaban las manos con agua caliente para que no hubiera cambios de temperatura que despertaran a la mujer de su estado de inconciencia.
Entre las sugerencias del esposo de la mujer estaba que los abusadores debían parquear sus autos a varias cuadras de la casa y caminar hasta la residencia, con el fin de que los vecinos no sospecharan. Además de que no podían fumar ni usar perfumes fuertes que despertaran a la víctima.
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Los escabrosos abusos eran filmados por el esposo de la víctima y almacenados en una USB en un archivo llamado ‘abusos’, allí también estaba el nombre de los violadores e incluso un registro de aquellos que pagaron por el supuesto servicio varias veces.
Atrapan al hombre señalado de vender sexualmente a su esposa estando drogada
Las autoridades dieron con la captura del sujeto identificado como Dominique P quien fue el esposo de la victima por más de 50 años y quien en un comienzo fue atrapado filmando sin permiso a unas mujeres cambiándose en el probador de una tienda. Al interceptar el dispositivo los uniformados también descubrieron los archivos sobre las violaciones a su esposa.
Al momento de interrogar a la víctima esta dijo que su esposo era una persona amable y cariñosa, pues para el entonces no tenía idea de lo que había hecho. Luego de que los policías dejaron que la mujer viera los archivos sobre sus abusos, ella solicito el divorcio y se realizó exámenes médicos que confirmaron que tenía cerca de cuatro enfermedades de transmisión sexual.
El hombre permanece a la espera de que comience el juicio en su contra y un juez dicte la condena que deberá pagar por el haber explotado de forma sexual a su esposa, sin su concentimiento, y por haberla drogado.