El Departamento de Energía de EE.UU ha cambiado su análisis sobre el origen del COVID-19 y ha concluido que se trató de una fuga de laboratorio en China, según una actualización de un informe clasificado de la inteligencia estadounidense. El virus provocó la muerte de al menos siete millones de personas en todo el mundo.
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La Casa Blanca y varios legisladores clave del Congreso han recibido la nueva versión del informe, según informaron este domingo varios de los principales medios estadounidenses, en el que el Departamento de Energía asegura que lo más probable es que el virus se propagara desde una fuga de laboratorio.
Es una conclusión a la que ya llegó el FBI en 2021, pero en la que no hay unanimidad dentro de la comunidad de inteligencia de EE.UU. Hasta el momento, el Consejo Nacional de Inteligencia y otras cuatro agencias gubernamentales mantienen la determinación de que la pandemia se originó desde una transmisión natural a través de un animal infectado. Otras dos agencias, incluida la CIA, siguen indecisas al respecto.
¿Fue fuga de laboratorio?
La conclusión del Consejo Nacional de Inteligencia sobre la transmisión natural es de “baja confianza”, al igual que la del Departamento de Energía sobre la fuga de laboratorio. La del FBI sobre esta última es de “confianza moderada”.
El Departamento de Energía ha cambiado su determinación por la aparición de nueva inteligencia al respecto, aunque las autoridades no dieron detalles sobre de qué se trataba. Esta agencia gestiona una red de laboratorios públicos en EE.UU., algunos de los cuales realizan investigación biológica avanzada.
El informe revisado al que tuvieron acceso la Casa Blanca y los congresistas mantiene que el virus empezó a circular, como tarde, en noviembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan. La teoría más defendida ha sido la de la transmisión natural, con la mirada puesta en un mercado con abundancia de animales vivos que podrían haber infectado a humanos.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud de marzo de 2021 aseguró que era “extremadamente improbable” que el virus apareciera por un accidente de laboratorio. Pero la mitad de los expertos que firmaron ese informe habían sido nombrados por el propio Gobierno de China, que se opone a la teoría del laboratorio e hizo todo lo posible por controlar sus conclusiones.
Desde el principio de la pandemia hubo teorías que apuntaron al Instituto de Virología de Wuhan, un laboratorio con experimentos biológicos avanzados, entre otros, con coronavirus. Una de las evidencias más citadas en esa teoría es que tres investigadores del laboratorio, que trabajaban con coronavirus, cayeron enfermos en noviembre de 2019 y requirieron atención hospitalaria.