Ecuador cerró el 2022 con su peor registro de violencia criminal. El pasado año se reportaron 4603 muertes violentas, es decir una tasa de 25 casos por cada 100 mil habitantes; el aumento fue del 82,5% respecto al 2021.
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En los primeros 21 días del 2023 el panorama parece no mejorar sino todo lo contrario. Este viernes 20 y sábado 21 de enero existieron cuatro asesinatos que dejan claro que no existe lugar, uniforme o función que te salve de la violencia.
Dentro de una universidad
La noche del viernes 20 de enero en la Universidad Estatal de Milagro tres sujetos perpetraron el asesinato de una joven de 27 años. La víctima salía de rendir un examen cuando fue acribillada, se presume que el autor intelectual fue su expareja.
Asesinan a Carlos Kada
El presunto financista de la banda Los Tiguerones no pudo seguir evitando la muerte, sobrevivió a dos atentados. Este 21 de enero sujetos vestidos de policías acudieron a una finca donde se refugiaba la víctima para dispararle mientras descansaba; su esposa y otro hombre también fueron asesinados.
Asesinato de candidato a Alcaldía de Salinas
Durante la tarde de este sábado el político Julio César Farachio fue acribillado mientras cumplía su actividad proselitista en la parroquia José Luis Tamayo. El cuerpo del abogado terminó tendido en la calzada; el autor intelectual fue capturado horas después.
Disparan en la cabeza a agente de la ATM
Ni portar un uniforme te salva de que te asesinen. Un hombre se acercó caminando al agente y le disparó en su cabeza, el víctimario cruzó la calle y se retiro en un auto blanco sin placas. Ocurrió en los exteriores de un centro comercial en Guayaquil.
Razón del aumento de muertes violentas
El Gobierno se mantiene en su postura de apuntar que el origen está en el crecimiento del narcotráfico en el país. De igual manera, culpa al debilitamiento deliberado de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en pasadas administraciones.
