Ya todos la conocen. Pamela Cabanillas, conocida como Estafadora de entradas de Daddy Yankee en Perú. Es señalada por las autoridades como la líder de los ‘Los QR de la estafa’ y haberse apoderado de más de medio millón de dólares. El dinero ya se lo gastó y por ende no va a regresarlo. Con ello se dio unos gustitos como zapatillas, ropa de marca y restaurantes caros. Lo dijo en una entrevista de los más tranquila y “sin pena ni gloria”.
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Al ser consultada por el medio local, Panorama, en qué se gastó el dinero explicó:
<b>“Comprándome ropa, saliendo a comer, tomando buenos tragos; soy de esas personas”</b>
— Pamela Cabanillas, en una entrevista con Panorama.
Incluso, en sus redes sociales los usuarios reconocieron que se estaba dando una vida de lujos, al asistir a buenos restaurantes y comprando ropa de marca. “Lamentablemente no van a poder recuperar su dinero, porque yo me lo he gastado. (…) No, no cuento con el dinero”, dijo Pamela.
La joven de solo 18 años mencionó que ni bien le realizaban el depósito iba a gastarlo ese mismo día o al siguiente en compras de zapatillas, ropa, tragos y miles de artículos que le gustaba ostentar ante la sociedad.
<b>“Soy una persona que le gustan mucho las zapatillas, vestirse bien, comprarse ropa cara, salir a comer a lugares caros, tomar buenos tragos, soy de esas personas”</b>
— Pamela Cabanillas, en una entrevista con Panorama.
Desmiente cantidades
“Yo acepto mi error, estafé a mucha gente sin medir las consecuencias y pido disculpas”, dijo Cabanillas al medio y agregó que no han sido dos millones de soles (medio millón de dólares) que tendría en su poder, sino “solo 150 mil soles (37 mil dólares”.
Reveló además que esta misma modalidad de estafa fue realizada en los conciertos de los cantantes Bad Bunny, Karol G y Coldplay.
¿Cómo operaba?
Utilizaban entradas auténticas - tanto la información tanto del QR como del código de barras- y generar los boletos falsos. Entonces, mediante personalidades conocidas de las redes sociales como influencers y tiktokers se encargaban de generar confianza en las personas para que compren los boletos falsos.
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Los estafadores usaron el mismo boleto para ofrecerlo a sus diferentes víctimas, que nunca se percataron del engaño. “Se ha producido la venta fraudulenta de hasta en 75 oportunidades la misma entrada. No había manera de identificar que la víctima lo detecte hasta el momento que pretenda entrar, y obviamente el lector va a permitir el acceso una sola vez”, declaró en una rueda de prensa el coronel Manuel Cruz, jefe de la División de Estafas de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
Un total de 104 denuncias se han presentado que hasta el momento, con lo cual se maneja una base de datos de las personas afectadas y en total se habrían vendido cerca de 2.000 entradas con dicha modalidad.