La agente de policía Verónica Songor, de 24 años, resiste y se aferra a la vida tras el ataque a bala que sufrió este fin de semana mientras cumplía su deber en la UPC de Nueva Prosperina, en el sector de Socio Vivienda, noreste de Guayaquil. Pese a que el hígado, riñones y el corazón soportaron la no irrigación de sangre, se mantiene en estado crítico. Así lo dijo el doctor Roberto Gilbert, vocero de la clínica donde se encuentra hospitalizada.
PUBLICIDAD
La mujer, que tiene un año y siete meses en servicio, recibió más de seis impactos de balas que no perjudicaron sus órganos principales. Debido a ello perdió mucha sangre y llegó a la casa de salud con parada cardiaca (corazón sin latir). Recibió tres reanimaciones y le administraron medicamentos. Gracias a ello, su corazón volvió a latir. Sin embargo, el médico manifestó su preocupación por el tiempo que su cerebro dejó de recibir fluido sanguino.
“La única incógnita es su cerebro. Generalmente esperamos cinco días y recién llevamos el segundo día y pocas horas... Está dormida, en un coma inducido con respirador automático (...) Si el cerebro se quedó sin circulación ya estaría descerebrada”, dijo esta tarde en una rueda de prensa.
Recientemente le realizaron exámenes y se detectó que en su cerebro existe rastros de circulación de sangre. “El escenario es que después de cinco días se declare muerte cerebral y depende de las autoridades policiales y familiares que decidan hacer”, señaló.
Songor se graduó como policía hace un año y siete meses y que su primera asignación fue el eje preventivo en el distrito Nueva Prosperina, el cual reporta la mayor cantidad de muertes violentas de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborodón). Esa UPC ha recibido tres ataques.
13 detenidos
Hasta el momento la Policía ha capturado a 13 personas (tres de ellas menores de edad) quienes serían los presuntos responsables del ataque armado.
Además se ha informado de que los atacantes, que pertenecerían a una banda conocida como “Nueva Generación”. En la zona han dejado panfletos con amenazas a los agentes policiales.