Aunque los restos de la madre, esposa y abogada María Belén Bernal van a ser enterrados en el campo santo de Monteolivo, aún queda mucha “tela por cortar” en lo que respecta a cómo y quiénes participaron en este femicidio.
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A pesar que las autoridades se han mostrado limitadas en sus acciones, con un proceso que ha provocado la ira social, la madre de Belén (Elizabeth Otavalo) no se dará por vencida hasta encontrar justicia.
Este jueves 22 de septiembre se mostró alejada de la opinión pública para abrazar el féretro frío que guardaba el cuerpo de una mujer que fue asesinada en una Escuela de Policía. Fue en ese instante donde le hizo una promesa, una promesa que estamos seguros que se cumplirá.
“El día de ayer me dediqué a abrazar ese féretro frío, ayer en la mañana tomé sus manos lastimadas. Completamente lastimadas. Le prometí que no vamos a descansar, voy a seguir con todo esto”, dijo a medios de comunicación.
Mientras el ataúd salía del recinto universitario, Elizabeth no dudó en decir que mataron a su niña. “La mataron. Lo único que resta es justicia por María Belén. Nadie se prepara para este dolor tan intenso, es algo que te quema el alma, que te aprieta el corazón”.
Ustedes creen que el Gobierno ha dicho lo siento Elizabeth, algo haremos por ti. Lo único que tengo es a la ciudadanía, a las organizaciones que me han apoyado.
Justicia le pido al Estado. ¿ Por qué le mataron a mi hija? ¿Quiénes son los responsables? No solo es una cadete. Que caigan todos los que tienen que caer. Necesito que cumplan, finalizó una madre dolida, una madre golpeada, destrozada.