El entrenador personal Eduardo Alves, de 31 años, esposo de Sandra Fernandes, de 33, la mujer captada teniendo intimidad con un indigente dentro de un automóvil en la ciudad de Planaltina, en Brasil, grabó un video y lo subió a sus redes sociales reafirmando que su esposa sufrió violencia sexual. Además reveló que fue hospitalizada tras un brote psicótico.
PUBLICIDAD
“Ante esto, veo que los hechos han sido transmitidos erróneamente por ambas partes, y en este momento lo que les debe preocupar es su salud, aún porque está hospitalizada”, dijo.
La mujer habría estado hospitalizada bajo medicación y con tratamiento por la violencia. “Sandra siempre ha sido una mujer honesta, trabajadora, tenemos actividades profesionales y niños pequeños. Lo que pasó el miércoles pasado fue algo terrible que nunca habíamos vivido”, mencionó.
También hizo un llamado para que no la ataquen en redes sociales. Mientras que la mujer reabrió su Instagram y publicó que la sigan sin juzgarla.
El hecho sucedió la semana pasada, cuando las cámaras de seguridad registraron el momento en que Eduardo se acerca al auto blanco estacionado en la calle, comienza a golpear e intenta abrir la puerta. El vagabundo sale corriendo desnudo del lado del conductor, pero es atrapado por el entrenador personal y comienza golpearlo a puñetazos. Mientras los dos pelean, Sandra, dentro del auto, se viste y se va sin mostrar signos de nerviosismo.
El vagabundo Givaldo Alves de Souza, de 48 años, fue llevado al hospital y le dijo a la policía que la mujer detuvo el auto donde él suele dormir, cerca de una escuela, y lo llamó y le dijo: “¿Jugamos?”. Dice que momentos después un hombre enojado subió al auto y lo atacó.
De acuerdo a Metro Brasil, un pastor amigo de la pareja, que fue llamado poco después del acto, Sandra dijo que había recibido un mensaje de Dios, que su acto era una ‘misión espiritual’ y confirmó que el acto sexual fue consentido.