David Henderson, de 67 años, ha admitido este lunes que organizó el vuelo en el que falleció el futbolista Emiliano Sala y el piloto David Ibbotson, sin tener permiso ni autorización de las autoridades británicas.
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La acusación le culpaba de poner en peligro la aeronave y a las personas que viajaban en ella, así como de operar un avión comercial sin permiso, cargos de los que solo ha admitido el segundo, en el juicio que comenzó hoy en Cardiff.
El avión, que viajaba en enero de 2019 desde Nantes hasta Cardiff, estaba ocupado por Sala, que acababa de fichar por el Cardiff, y por David Ibbotson, el piloto, y se estrelló en el Canal de la Mancha. El cuerpo del delantero argentino fue recuperado junto al fuselaje del avión, mientras que el del piloto nunca se encontró.
Según el informe, la Subdivisión de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB), el piloto habría perdido el control tras realizar una maniobra a alta velocidad, para evitar el mal tiempo. Pues ambos habrían viajado en la noche con condiciones climáticas desfavorables.
También se reveló que el piloto no tenía experiencia en manejo nocturno. Además que el conductor había ingerido monóxido de carbono durante su maniobra.
Cuando la aeronave se impactó con el agua, iba a 435 kilómetros por hora, por lo que se anuló la posibilidad de supervivencia de los ocupantes.
Casi tres años después del accidente, Henderson tendrá que enfrentarse a un juicio, que se estima que durará unos diez días, tras lo que se realizará otro juicio para esclarecer las muertes de Sala e Ibbotson el 22 de febrero de 2022.