Estilo de Vida

“Adicta al bronceado”: Joven exhibe manchas alarmantes, pero no puede dejar las camas solares

Megan Blain, de 19 años, revela su adicción al bronceado extremo con camas solares e inyecciones.

La historia de Megan Blain, una estudiante inglesa de 19 años de Seaham, se ha vuelto tendencia en TikTok tras confesar que es “adicta a las camas solares” pese a que su piel está cubierta de lunares y manchas sospechosas.

Una rutina extrema

Desde los 16 años, Megan se expone cuatro veces por semana durante 15 minutos en una cabina UV; cuando está en casa llega a 25 minutos y, para intensificar el color, se inyecta melanotan cinco veces por semana.

“Simplemente me gustaba cómo me veía bronceada. Soy de las que usan colores brillantes y me gustaba cómo resaltaba los colores”, declaró a Kennedy News and Media.

La joven, que comenzó con autobronceadores a los 14 años, calcula incluso el gasto eléctrico de la máquina familiar para recargar el medidor y seguir bronceándose mientras su madre trabaja.

 “A veces lloro después del bronceado porque sé el daño que me hago, pero siento que ya es demasiado tarde”, admite en el documental Hooked on the Look publicado este fin de semana.

El tono intensamente oscuro ha provocado burlas y comparaciones en redes —“parece un chip quemado” o “te ves cremada”—, pero también preocupación de dermatólogos que la instan a dejar la práctica. Megan reconoce que se siente “mirada” en la calle, pero asegura que el bronceado le da confianza.

Riesgo real de cáncer de piel

Especialistas consultados por medios británicos recuerdan que las cabinas UV emiten hasta 12 veces más radiación que el sol del mediodía y que el uso antes de los 35 años incrementa un 75 % el riesgo de melanoma. Megan ya detectó un parche “negro y correoso” en el abdomen y numerosos lunares nuevos, signos que ameritan biopsia.

¿Por qué no puede parar?

Médicos explican que la exposición UV libera endorfinas y puede generar tanorexia, una dependencia psicológica similar a la de otras adicciones. Megan admite que ya no disfruta el proceso: “No me gusta ir al solárium; siento que tengo que hacerlo”.

Intento de “desintoxicación”

Tras la ola de críticas, la joven dice que reducirá las sesiones a cuatro por semana y usa su cuenta de TikTok (@blainnyy) para advertir a otros. “Ojalá pudiera decirle a mi yo de 14 años que nunca empezara”, reflexiona.

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