Nadie, pero absolutamente nadie, está exento de tener un amigo, familiar o conocido que padezca un tipo de fobia. Entre las comunes del mundo se encuentra el miedo a los animales, a volar, a las alturas, a la sangre y a los espacios cerrados.
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No obstante, la otra cara de la moneda la componen patologías que sonarían irrisorias pensar que actividades cotidianas termine causando un pánico indescriptible a una persona. Este es el caso de la catisofobia que es el miedo irracional a sentarse.
Por más graciosa que suene, los catisofóbicos terminan viviendo una serie de eventos que no incluyen únicamente maltratos físicos como dolor de espalda, de pies y fatiga, sino que también deben enfrentarse al aislamiento social de no poder asistir a ningún evento en el que haya que sentarse.
Por supuesto, existen rangos de tolerancia al miedo. Por ejemplo, puede estar limitado a cierto tipo de asientos o a sentarse bajo circunstancias determinadas. Respecto a su tratamiento, lo más común es tratar la fobia con terapia de exposición y con la correcta guía de un experto.
Fobias poco comunes
- Araquibutirofobia: miedo a que la mantequilla de maní se pegue al paladar
- Alektorofobia: miedo a los pollos
- Hexakosioihexekontahexafobia: miedo al número 666
- Metrofobia: miedo a la poesía
- Hippopotomonstrosesquipedaliofobia: miedo a las palabras largas
Síntomas de una fobia
- Frecuencia cardíaca acelerada/ palpitaciones
- Sudoración
- Náuseas
- Mareos leves/ vértigos
- Falta de respiración
- Temblores
- Dolor abdominal/ malestar