Una historia digna de película sacudió a la opinión pública alemana y rápidamente dio la vuelta al mundo. Shahraban K., una joven de 24 años, ideó un macabro plan: encontrar a alguien que se pareciera físicamente a ella, asesinarla y simular su propia muerte.
¿Por qué quería desaparecer?
Según informes policiales, Shahraban mantenía una relación conflictiva con su familia y decidió escapar fingiendo su muerte. Con ayuda de su novio, Sheqir K., comenzó a buscar en redes sociales a una mujer que tuviera rasgos similares. Finalmente, encontró a Khadidja O., una influencer de 23 años, cuya apariencia era sorprendentemente parecida a la suya.
La pareja contactó a la joven con el pretexto de invitarla a participar en un videoclip musical de un rapero alemán. Sin embargo, Khadidja sospechó y se comunicó directamente con el artista, quien negó cualquier relación con la supuesta oferta.
El plan B: una trampa mortal
Al no conseguir su objetivo, Shahraban y Sheqir ejecutaron un segundo plan. Esta vez, se hicieron pasar por un centro de estética y le ofrecieron un tratamiento de belleza como parte de una campaña de canje publicitario. Cuando la joven se dirigía al lugar del supuesto centro, la interceptaron, la subieron a un vehículo, la golpearon y la apuñalaron 56 veces.
El cuerpo fue abandonado dentro de un automóvil en la ciudad de Ingolstadt, al sur de Alemania.
¿Cómo se descubrió la verdad?
Al principio, todo parecía indicar que la víctima era Shahraban. Incluso sus propios familiares identificaron el cuerpo. Sin embargo, la autopsia reveló un dato clave: el perfil genético no coincidía. El ADN pertenecía a otra persona.
Así se destapó el horroroso crimen que los medios alemanes bautizaron como el “asesinato de las Doppelgänger”, en alusión a la leyenda germánica del doble fantasmagórico.
La justicia alemana detuvo a la pareja en agosto de 2022. Tras un extenso juicio, en diciembre de 2024 se dictó sentencia: ambos fueron condenados a cadena perpetua.
