Una década de trabajo, pasión y un compromiso inquebrantable con el talento de nuestra región han transformado estos galardones en un referente cultural y una plataforma imparable para las producciones de Iberoamérica. Rafael Sánchez, el visionario detrás de las relaciones públicas de los Premios Platino, nos desvela los secretos de este éxito arrollador y nos da un vistazo al futuro.
Desde sus inicios en 2014, los Premios Platino nacieron con un objetivo claro: impulsar la exportación de producciones audiovisuales iberoamericanas.
“Una de las cuestiones que nos preocupaba desde hace mucho tiempo era cómo podíamos ayudar a las películas, cómo podíamos ayudar a las industrias y en especial a cada una de las industrias de cada uno de los países iberoamericanos a tener la capacidad para poder exportar sus producciones”, explica Rafael Sánchez.
Esta visión ha sido el motor que ha permitido que el cine y las series de Iberoamérica crucen fronteras y sean reconocidos a nivel global.
La evolución de los premios ha sido “tremenda”, según Sánchez. Lo que comenzó como una gala más limitada, hoy es “la fiesta de las series y del cine” , un punto de encuentro donde productores, autores y directores forjan nuevas producciones. El impacto es innegable: la edición de 2024 en México generó casi 260 millones de dólares en valoración publicitaria. ¡Una cifra que demuestra el poder y la trascendencia de estos galardones!
Pero los Premios Platino son mucho más que una gala. Se han convertido en un evento integral con actividades que enriquecen la experiencia y conectan al público de formas inesperadas. ¿Un partido de fútbol entre actores y exfutbolistas? ¡Así es! “La cultura y el deporte están muy muy muy unidos” , afirma Rafael Sánchez, explicando esta innovadora iniciativa que añade un toque desenfadado a la antesala de la gran noche.
Además, las “Press Junkets” (conferencias de prensa con los nominados) han crecido exponencialmente, pasando de unas pocas entrevistas a veinticuatro puestos simultáneos.
El proceso de selección de los ganadores es riguroso y transparente. Con casi 1.100 producciones en competición en la última edición, el camino hacia la nominación es complejo. Una preselección a cargo de las academias de cine y asociaciones de productores , seguida de la elección de un jurado multidisciplinario compuesto por directores de festivales, productores, actores, y educadores, garantiza la imparcialidad y el prestigio de los premios.
“Hay un perfil bastante variador”, enfatiza Sánchez, destacando la diversidad de criterios que definen a los ganadores.
De cara al futuro, los Premios Platino se proyectan con ambición. Si bien México y España han sido sedes recurrentes , existe el deseo de que los premios “vayan rodando por el mayor número de sitios posibles”, incluyendo Ecuador. Sin embargo, esto depende de un factor crucial: la financiación.