La presentadora, deportista y modelo ecuatoriana María Teresa Guerrero, conocida por todos como “La Flaca”, atraviesa uno de los desafíos más intensos de su vida: una lucha abierta contra el cáncer.
Desde Texas, donde recibe tratamiento, la exintegrante de MasterChef Celebrity Ecuador 2 ha decidido compartir su proceso con honestidad y valentía, abriendo una ventana a la realidad del cáncer desde una perspectiva profundamente humana.
Este 7 de junio, Guerrero mostró por primera vez en redes sociales su alopesia, una de las consecuencias visibles de la quimioterapia.
Pero lejos de esconderse, decidió enfrentar el espejo —y al mundo— con entereza. “Hoy me miro al espejo y veo a una nueva Flaca. Una mujer que ha sido tocada por el dolor, pero también abrazada por el amor”, escribió en Instagram, junto a una fotografía que refleja su nuevo aspecto físico y una fortaleza renovada.
En su mensaje, dejó claro que no busca protagonismo. “No comparto este camino de sanación para llamar la atención.
Lo hago porque sé que muchas mujeres están pasando por lo mismo. Y quiero decirles algo con todo mi corazón: no están solas”, expresó.
Desde que anunció públicamente su diagnóstico, Guerrero ha mantenido una postura optimista.
El 3 de mayo reveló que había sido operada un día antes, tras el hallazgo de dos tumores en sus ovarios. Desde entonces, cada publicación ha sido una mezcla de sinceridad, esperanza y propósito.
La Flaca no solo comparte su evolución médica, sino también profundas reflexiones sobre la vida, la fe y el poder de la gratitud.
“Esta nueva Flaca me gusta. Le doy la bienvenida con orgullo”, afirma, asegurando que hoy comprende el propósito de este duro proceso.
Para ella, esta batalla representa el “Ironman” más importante que ha tenido que enfrentar, una prueba no solo física sino espiritual.
Además de visibilizar su situación, Guerrero ha utilizado su voz para motivar a otras personas que atraviesan enfermedades similares. “Busquen ayuda. Busquen compañía. Rodéense de lo que les haga bien. No se victimicen: agradezcan. Agradezcan estar vivas. Agradezcan el hoy. Agradezcan poder respirar”.
Con cada publicación, María Teresa Guerrero redefine lo que significa ser fuerte. Su historia trasciende la enfermedad: es un testimonio de resiliencia, amor propio y fe.
Mientras continúa su tratamiento, miles de seguidores encuentran en ella no solo una figura pública, sino una inspiración real que recuerda que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para la luz.
