La actividad sexual no solo cumple una función física y emocional dentro de las relaciones de pareja, sino que también puede ser clave en la salud mental. Un reciente estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Shantou, en China, revela que tener relaciones sexuales al menos una vez por semana puede disminuir significativamente el riesgo de padecer depresión.
La investigación, que analizó a más de 14.000 adultos en Estados Unidos, concluyó que quienes mantenían relaciones sexuales semanalmente presentaban un 24% menos de probabilidades de experimentar síntomas depresivos, en comparación con aquellos que lo hacían menos de una vez al mes.
De acuerdo con el profesor Mutong Chen, uno de los autores del estudio, estos beneficios se mantienen sin importar la orientación sexual. La clave está en la conexión física y emocional que genera la actividad sexual, la cual estimula la liberación de hormonas como la oxitocina, asociada al bienestar y la reducción del estrés.
Si bien cada pareja es diferente y la frecuencia sexual puede variar según el estado de ánimo, el estrés o la etapa de la relación, este estudio sugiere que integrar el sexo de forma regular en la vida de pareja puede ser una herramienta efectiva para cuidar la salud emocional.
Más allá del placer, el sexo también se consolida como un hábito con impacto positivo en la calidad de vida, reafirmando su papel como necesidad fisiológica y psicológica en la vida adulta.