En estas fechas memorables para la ciudad de Quito, donde cumple 488 años de fundación, se canta con pasión el famoso tema: “Chulla Quiteño”. En parques plazas, chivas, discotecas, calles y barrios se escucha a los capitalinos celebrando con ella.
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Sobre todo cuando en la melodía suena la parte que dice: “la Loma Grande y la Guaragua”, todos cortan con la letras para seguir gritando: “¡y la Guaragua, la Guaragua, la Guaragua!”
Es decir, todos la cantan pero son pocos los capitalinos que conocen su ubicación. Sin embargo, vamos a reseñar unos pequeños datos históricos que hacen parte de la tradición y cultura quiteña.
De acuerdo a investigaciones realizadas, este lugar está ubicado en la calle Galápagos y Luis Vargas Torres, en el Centro Histórico de Quito. Lo construyeron en el años 1916.
El arquitecto encargado de esta obra eran los extranjeros de nombre Frans Schmidt y Antonio Russo. Este último hizo una remodelación años después en 1929, trece años después.
Es conocida por las últimas generaciones “milennials” solamente por la tradicional canción que se eco los primeros de diciembre. La forma en como la construyeron es de un estilo historicista, neoclásico.
Obtuvo unos premios, donde formó parte de ese ambiente artístico con el catalogaron como patrimonio de la ciudad. Actualmente en este sector se realiza lo que es el comercio y se arrienda viviendas.
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Históricamente era conocido como el pasaje Chiriboga, por un propietario que vivió por mucho años allí. El nombre de la Guaragua se dio con el pasar del tiempo de forma popular y de forma despectiva.
Sobre todo por el paso elevado que está sobre la calle, formado un arco que uno a los dos edificios y es el pasadizo por donde se ingres y se sale. De acuerdo a los publicado por los historiadores la palabra es de origen kichwa.
El origen de la palabra tendría que ver con algo que es pintoresco o un lugar tachonado de estrellas; un despectivo del lenguaje capitalino para describir algo que resulta llamativo.