En el contexto de Fiestas de Quito sale a flote varios factores que son parte de nuestras tradición y cultura. Adentro de ella está el conocido “Chulla Quiteño” un personaje capitalino sinónimo de sazón quiteño o de galantería y elegancia.
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De acuerdo a investigaciones realizadas, aunque varios ciudadanos piensen que se trata de un personaje extinto, aún -en este Quito moderno- existen por lo representa ser un “chulla”.
Según se reseña, este personaje quedó relegado a varios sectores de la capital. ¿Por qué? Porque quien representa a este personaje lo caracteriza su grupo de amigos. Eran quien se ponía las cervezas e incluso las cuotas para hacer las fiestas.
Un tipo popular que tenía conocidos y amigos por donde quiera que fuera. Era el factor principal para que por cualquier excusa se dé la farra así no exista el motivo para festejar.
Originariamente se conoce que el “chulla” apareció en los años 1930, cuando los habitantes en Quito era apenas cientos. Su círculo social rondaba por la Plaza de San Francisco, la Plaza Grande y la Plaza del Teatro.
Con el tiempo, la llegada de los chagras y las migración de varios habitantes del sur hacia el Centro Histórico provocó que la gente de una clase social alta se empiece a desplazar cada vez más al norte.
Sin embargo, la historia de los chullas que vivieron en aquel Quito pequeño ha quedado en el recuerdo. Era el personaje que recorría cantinas y billares desde las 18:00 hasta las 00:00 y en eso se resumía su vida social.