Vito Muñoz escribió un artículo para diario Extra. A este escrito lo tituló: “Lo malo está en victimizar a los ‘Alonsitos’”. Hizo una argumentación del por qué la actitud de Carlos Vera se pudo haber dado con su colaborador Alonso Lara, a quien gritó de forma déspota.
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“Lo malo está en victimizar a los ‘Alonsitos’ y lo peor que este se refugie en las faldas y polleras de madrinas que los usan con el afán de figuretar. Nada justifica una acción virulenta, pero nadie tiene derecho a juzgar sin saber el por qué se generó”, escribió Vito en el párrafo de cierre de su texto.
El periodista inició haciendo una introducción al respecto de los pioneros que dieron inicio a la televisión ecuatoriana. Entre ellos: Alfonso Espinoza de los Monteros y Carlos Vera.
“Los tres periodistas de mayor antigüedad en la historia de la televisión del Ecuador. Espinoza trabajó con Vera, Vera trabajó con Muñoz, por lo tanto entre los tres nos conocemos y sabemos cómo son por dentro los códigos del trabajo televisivo. Los equipos de los años 60 hasta el año 2000 se caracterizaban por un enorme compromiso, pasión y responsabilidad”, señaló el comunicador.
De igual forma agregó: “A mediados de los 90 surgieron el ITV, ITSU, Casa Grande, encargados de fortalecer profesionalmente los conocimientos de la nueva generación”.
[ ¿Irreconocible? Así lucía Vito Muñoz cuando empezó en la televisiónOpens in new window ]
¿Por qué contra las nuevas generaciones?
Así mismo, Vito Muñoz hizo una fuerte crítica respecto a las nuevas generaciones de periodistas y comunicadores que se han profesionalizado desde los diferentes formatos y también la influencia de las nuevas narrativas de las redes que prevalecen hoy:
“Pero con la llegada de las redes sociales, la televisión ecuatoriana y latinoamericana se han llenado de ‘Alonsitos’ que más se dedican a la chateadera, a la tiktokera, y por estar inquietos, y por estar inquietos, distraídos y concentrados en romances, novelerías y chismes, se desconcentran de una labor desarrollada con una tecnología que, al mínimo descuido, crash, no se abren los micrófonos”, explicó el periodista.
“(...) No ponchan con precisión las cámaras, se producen desconexiones que llevan detonar reacciones explosivas que ante las reiteradas fallas ensucian las transmisiones realizadas por profesionales exigentes y perfeccionistas”, culminó antes de concluir que párrafo que lo pusimos al inicio de esta nota.
