Se conocieron mientras cubrían juntos el Super Bowl en el 2020 para un programa de deportes y ya llevan dos años escribiendo su historia de amor. Fue así como el argentino de 52 años, Julián Gil encontró el amor en Marín, una presentadora de televisión mexicana de 32 años, Val Marín.
PUBLICIDAD
El argentino ofreció una entrevista a ‘People en Español’ sobre su novia y adelantó que podrían considerar una boda secreta. Ya el 28 de julio del 2020 publicaron una primera foto juntos en redes.
Han mostrado sus viajes a Turquía, a Tokio, Europa y hasta en un crucero han compartido su amor para guardar recuerdos en su memoria. También comparten imágenes con sus mascotas e incluso la Navidad y Año Nuevo juntos.
Gil es el presentador de ‘Siéntese quien pueda. Tiene un hijo (Matías) con la actriz y modelo Marjorie de Sousa con la cual tiene problemas porque no puede verlo.
Polémica con Marjorie de Sousa
Los actores tuvieron un romance años antes de concebir a Matías y cuando se enteraron del embarazo decidieron volver a intentarlo, sin embargo, no funcionó y su relación de amistad se transformó en una disputa por su hijo.
Julián Gil conoció a Marjorie de Sousa cuando colaboraron en una telenovela. En ese momento, cada uno tenía su respectiva pareja y no tuvieron un acercamiento sentimental hasta años después, cuando se reencontraron en Miami. Así comenzaron a salir y con el paso del tiempo empezó a surgir un sentimiento que los llevaría a iniciar un noviazgo.
Cuando se enteraron del embarazo decidieron volver a intentar tener una relación, comenzaron a salir, se comprometieron “Con toda la ilusión de casarnos, de formar una familia”, vivieron juntos pero sus quehaceres profesionales los mantuvieron separados por un largo tiempo que no les habría permitido construir nuevamente un vínculo.
Julián Gil confesó que a pesar de los esfuerzos no lograron sostener su relación y un factor fue la convivencia que tenía con la madre de Marjorie, quien vivía con ellos: “Esa convivencia se convirtió en una gran tortura para mí y Marjorie, esa es una gran verdad [...] La señora no me dejaba acercarme al niño”.